Poco más de tres años, que equivalen a 36 meses y 13. 140 días, es el tiempo que tardó Nacional para volver a disputar una final, lo que pareció una eternidad para el equipo más ganador del fútbol colombiano y, sobre todo, para sus hinchas.
Nadie esperaba que desde 2018, cuando el club antioqueño disputó dos finales, la de la Liga que perdió frente al Tolima, y la de la Copa, su último título, pasara tanto tiempo para instalarse nuevamente en una etapa definitiva.
Además del tiempo, también desfilaron 3 entrenadores después de que Hernán Darío Herrera festejara esa Copa Colombia: Paulo Autuori, Juan Carlos Osorio y Alexandre Guimaraes.
Hasta que llegó Alejandro Restrepo como técnico en propiedad y junto a varios jugadores de experiencia, alcanzó esta instancia. Uno de ellos, Brayan Rovira, quien ya ganó tres títulos con la institución: Liga 2015-2, Superliga 2016 y la Copa Libertadores, también de ese año.
Hoy, Rovira estará en el mediocampo verdolaga. A sus 24 años se sigue inspirando en su familia, sobre todo en su hijo Thiago. “Mi familia es el impulso diario para salir adelante y ese motor me ha llevado lejos”, dice el volante, uno de los capitanes del elenco verde y quiere volver a festejar para acabar la sequía. El obstáculo será el Deportivo Pereira, equipo que buscará dar la sorpresa ante el Rey de Copas