Hay que tener cuidado. De hecho, todos en Nacional, desde su entrenador -Reinaldo Rueda-, jugadores y hasta hinchas consideran que, pese a la corta historia y experiencia copera de su rival de esta noche, Independiente del Valle de Ecuador, no se pueden correr riesgos y hay que ser cautelosos.
Nacional, sin embargo, continuará siendo fiel a su fútbol y disputará el primer duelo de la final de la Copa Libertadores, apuntándole a obtener un buen resultado en el estadio Atahualpa de Quito, donde a las 7:45 p.m. empezará el primer lance de esta inédita serie.
Nacional apura por dejar atrás 27 años sin conquistar el trofeo -después de lograrlo en 1989-. Lo cerca que está de hacerlo obliga a la familia verdolaga a estar pisando tierra. “Han demostrado mucha jerarquía a lo largo del torneo; no en vano son finalistas y seguramente plantearán un juego disputado”, auguró Rueda.
Independiente del Valle, por su parte, tiene su primera final y busca dejar en el camino a otro grande después de superar, en las fases previas, a River Plate, Pumas de México y Boca Juniors.
La historia habla de un incierto comienzo de Nacional en las finales que ha jugado en Libertadores: en 1989 perdió 0-2 con Olimpia y en 1995 cayó 1-3 con Gremio. Ambos fuera de Medellín. Hoy, espera enterrar esa historia.
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