Tras semanas de polémica y teorías de conspiración, este jueves 31 de agosto se estrenará en el país la película Sound of Freedom (Sonido de Libertad), que fue todo un suceso en la taquilla de las salas de cine en Estados Unidos.
Protagonizada por Jim Caviezel está basada en la verdadera historia de Tim Ballard, un exagente especial de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y fundador de Operation Underground Railroad para combatir la trata infantil.
La película sigue su misión para rescatar a niños víctimas de tráfico sexual de menores en Colombia.
Tim Ballard estuvo en Colombia para el lanzamiento de la producción y mostró su satisfacción porque el filme por fin se podrá ver en Colombia.
“Un kilo de cocaína lo puedes vender solo una vez, a un niño lo puedes vender más de 15 veces al día por más de diez años”, expresó Timothy Ballard, que además, es el productor de la película.
Fue grabada entre Cartagena, Santa Marta y Bogotá en 2018, dirigida por Alejandro Monteverde y coescrita por él mismo junto con Rod Bar, hace un par de meses se especuló que los exhibidores de cine en Colombia no la querían proyectar.
La película ha sido un éxito en la taquilla estadounidense desde su estreno, el pasado 4 de julio. Logró recaudar en su primera semana de estreno más de 40 millones de dólares, superando su presupuesto estimado de 14 millones de dólares, señaló la agencia Colprensa.
La película ha sido protagonista de debates en las redes sociales, donde algunos la califican como una fantasía conspirativa.
Sin embargo, ha recibido el respaldo de personalidades como Elon Musk y Mel Gibson. Por su parte, el expresidente Donald Trump organizó una proyección del filme en su club de Bedminster, Nueva Jersey, junto al actor Jim Caviezel, el productor Eduardo Verástegui y Tim Ballard, en quien se basó el film.
También ha recibido críticas por su supuesta conexión con la teoría de conspiración QAnon.
Esta teoría afirma la existencia de una élite global involucrada en actividades ilegales, y ha generado controversia debido a su difusión en internet y redes sociales. Aunque los creadores de la película niegan cualquier vínculo con QAnon, el debate en torno a “Sound of Freedom” ha avivado discusiones sobre el tráfico infantil y la responsabilidad social de la industria cinematográfica.