El arte va a las raíces de los dolores y sirve, al tiempo, de catarsis para los traumas individuales y sociales. El filme El monopolio de la memoria, del documentalista y profesor Pablo Martínez Zárate, dirige la atención a los momentos cruciales de 1968, cuando en México el control del PRI perdió fuerza. Invitado al Festival Mamut, Pablo conversó sobre el tejido del arte y la memoria y la actualidad del cine mexicano.
El monopolio de la memoria parte de la exploración de un archivo fotográfico...
“En 2018, a partir de una serie de fotografías que perteneció al periódico El Heraldo de México, donada a la biblioteca de la Universidad Iberoamericana, empezamos a investigar con motivo de los cincuenta años del movimiento estudiantil para hacer una reflexión sobre cómo se construye el relato histórico. No es una película que busque recrear cronológicamente los hechos ni apuntar a culpables o tratar de hacer un rastreo historiográfico, sino más bien la película se pregunta por el entretejido de los relatos históricos con procesos de poder y de control. Son más de 1.300 fotografías, en su gran mayoría inéditas. La universidad las catalogó y las digitalizó. Empezamos a articular una película en nueve capítulos. Durante varios meses estuvimos construyendo esa pieza. La película es de ensayo y tiene dos voces en off que se van entretejiendo con secuencias musicales”.
Cómo se construye el relato histórico...
“Me gusta la idea de trabajar el archivo como un sitio de acontecimiento. El archivo no es un territorio de almacenamiento de documentos, que a su vez acumulan polvo. Es un territorio donde se debate el relato histórico y se proyecta al futuro. La intervención del archivo es uno de los territorios fértiles para producir nuevas lecturas sobre acontecimientos pasados. La construcción del relato histórico responde a esta tensión constante en un presente en el que nos adentramos en los acontecimientos y desde el cual proyectamos posibilidades individuales y colectivas”.
¿Qué ocurrió en Tlatelolco que explique el México de hoy?
“El movimiento estudiantil de 1968 sin duda es uno de los acontecimientos más determinantes del México moderno porque se empieza a jugar una idea que en ese entonces se trataba de proyectar a nivel mundial: coinciden las Olimpiadas con el año de la matanza. El foco de la atención global estaba sobre México, pero uno turbulento e inestable que buscaba proyectar una imagen distinta: de estabilidad, de progreso, de modernidad. Tlatelolco es un proyecto modernista del arquitecto Mario Pani que condensaba esos ideales, que son un poco los del PRI. El hecho de que en este espacio tan emblemático para la modernidad sucederían el levantamiento estudiantil y la represión dejaba en evidencia que México no estaba en el lugar de las proyecciones gubernamentales”.
En América Latina México es la vanguardia del cine...
“Hay momentos históricos que lo explican claramente. El primero es el afrancesamiento de finales del siglo XIX, propio del gobierno de Porfirio Díaz. Ese periodo nos acercó al invento de los Lumière. México se apropió de la tecnología del cine de manera muy temprana y gente como Salvador Toscano y los hermanos Alva empezaron a experimentar con el cine. La imagen cinematográfica se insertó en la vida mexicana de manera muy temprana. Después, el segundo momento es la época de oro que responde a una condición geopolítica: cuando, por la segunda guerra mundial, no se puede producir cine en Hollywood se empieza a producir con el mismo esquema gringo en México. Eso fortalece la industria e impulsa el imaginario mexicano a nivel mundial. Y el tercer momento es el nuevo cine mexicano, que tiene como representantes estrellas a los tres amigos -Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuaron y Guillermo del Toro-, que en realidad ya no hacen películas mexicanas”.
¿Qué otros nombres conforman el cine mexicano actual?
“Se produce muchísimo en México en este momento. Los grandes nombres del documental podrían ser Everardo González, Tatiana Hueso, Annalisa D. Quagliata, Daniel Valdez Puertos, Elena Pardo. Serían algunos de los que me vienen a la mente”.