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Si algo tiene claro el compositor, pianista y musicólogo italiano Giovanni Bietti es que la música está conectada permanentemente con los diferentes períodos, elementos y vivencias de la historia. Su vocación es enseñar. Y eso se evidencia en cada una de sus conferencias que son ampliamente reconocidas en Italia y el resto del mundo, por su énfasis en la divulgación musical.
También es locutor de la Radio Italiana (“Lezioni di Musica” – Lecciones de Música – en la cadena radial RAI-RadioTre) y se ha presentado como experto en música en diversas transmisiones de televisión.
“Una de las opciones más importantes de la música en la ópera es la creación de atmósferas, que da lugar a una serie de sensaciones que acompañan una imagen, y eso es algo que la ópera creó y que hoy se ve en escenarios como el cine”, señala. En otras palabras: la ópera sienta unas bases de otra forma de expresión cultural, el lenguaje de la música acompaña unas escenas.
Hoy finaliza la versión número 15 del Cartagena Festival de Música, donde Bietti participó dictando cuatro charlas sobre los diferentes momentos de la música clásica y los misterios de los grandes compositores. Antes de que se baje el telón, EL COLOMBIANO habló con el maestro italiano.
“Lo que hago es una combinación de lo que es la musicología, la composición y el piano para que pueda ser interesante para los estudiantes. Lo que busco es una forma de comunicación en todos los campos, desde los más básicos hasta los más difíciles, sobre todo en términos de musicalidad, donde cada día busco aprender algo nuevo para comunicarlo”.
“El piano permite algo que ningún otro instrumento logra de la misma manera y es destacar momentos muy puntuales de la música, una nota o cuando quiero hacer algún énfasis sobre una pieza de la que estoy hablando y quiero explicar mejor”.
“Son dos. El primer componente tiene que ver con lo emocional, desde la interpretación y lo que genera una orquesta inicialmente. En un segundo lugar está lo intelectual, y esto es más la explicación, una elaboración más detallada del contexto, y el piano me permite conectar de alguna forma una idea con la otra”.
“Los músicos tenemos la responsabilidad de cambiar y de alguna manera borrar esa errónea concepción elitista y ese enfoque que se tiene sobre la música clásica, debemos estar menos distantes con el público. El acceso a la música tiene que ser mucho más abierto, didáctico y emocional, por eso creo que es muy importante que estén juntas, al mismo tiempo, las palabras y la música”.
“Los músicos fueron, quizá, los primeros artistas en intentar abordar desde su producción los problemas y los desafíos de una sociedad multicultural. Por ejemplo, Mozart, a finales del siglo XVIII, escribió la ópera La flauta mágica, que era muy moderna para ese momento, tenía personajes que hablaban muchos idiomas, mezclaba la música popular y rural con la ópera seria. Es una pieza que tiene elementos políticos y sociales, y plantea discusiones que fueron visionarias en su momento”.
“Los problemas que enfrenta la ópera en muchos casos son los mismos que enfrentamos nosotros como sociedad. En muchas piezas se cuestiona la nacionalidad, un tema que hoy seguimos viendo en muchos países, o aquello que define a una nación o a una cultura”.
“La ópera es una búsqueda de una construcción musical para que se cuenten historias a través de las palabras, pero no de las palabras habladas, sino de las cantadas. Desde sus inicios en el siglo XVII esa fue la propuesta, contar los sentimientos por medio de la música como, por ejemplo, el amor que es muy difícil de contar desde la palabra y entonces ahí es como la música, el lenguaje de las emociones, habla por sí misma y lo puede explicar”.
“Los inicios de la ópera cuentan historias sobre la mitología, dioses griegos y romanos, y luego la clásica empieza a tener una forma más sobre la historia, es decir, sobre reyes y emperadores. Ya luego aparece la ópera bufa que deja todo esto atrás y se centra en lo común, las historias de las personas que son de carne y hueso, se hace más cercana a la gente, cuenta las problemáticas que se vivían en su momento. La ópera italiana siempre ha sido increíblemente actual con las historias que se viven en los diferentes contextos”.
“La ópera comienza con unas historias políticas donde los más poderosos perdonan a las personas que están debajo de ellos. La ópera es el espejo del mundo y en la época barroca cuenta la realidad de este momento histórico, retrata las relaciones de poder. Se comienza a pensar en un mundo de transformaciones y revoluciones, que se pueda cambiar la forma de amar y relacionarse, dejar a un lado ese mundo ideal y aceptar los cambios”.
“La pandemia ha hecho muy difícil interpretar lo que está pasando y en ese sentido no es un buen momento para establecer un resumen sobre la cultura en Colombia, lo que he visto en años anteriores es que hay escenarios musicales muy prometedores, hay mucho potencial, talento y curiosidad por parte de los artistas, hay músicos con mucho futuro”.
“La música es mucho más que escuchar para disfrutar, tiene un componente de escuchar para entender, por eso tenemos que escuchar música que nos estimule a pensar; el arte es sobre todo una construcción social. Debemos escuchar música no solo cuando salimos a correr o caminar, también por el acto de entenderla, que nos desafíe permanentemente a reflexionar sobre nuestros tiempos y las discusiones actuales”