Cabe aclarar que han pasado 26 años desde el estreno de la cinta dirigida por Víctor Gaviria, y que la vida de sus protagonistas ha seguido caminos diversos, por ejemplo, Correa actualmente se gana la vida como vendedora ambulante de dulces mientras persigue su sueño de llegar a Hollywood.
Una historia de resiliencia y amor por el cine
Marta Correa, quien en 1998 interpretó a ‘Yudy’ en La vendedora de rosas, ha transitado por una vida llena de altibajos. Aunque el cine marcó su existencia, no logró consolidarse como actriz profesional tras su participación en la película. Sin embargo, nunca abandonó su pasión por la actuación y actualmente está estudiando cine con la esperanza de abrirse camino en la industria.
“La película ha sido como una herramienta fundamental para mi vida, una base en la que me he podido desahogar en algunos momentos que he sentido tantas tristezas en la vida”, expresó Correa en la entrevista con Zapata. A pesar de las dificultades económicas y la falta de oportunidades, su determinación sigue intacta.
Cuando le preguntaron sobre lo que sueña para el futuro, su respuesta fue clara: “Quiero llegar a Hollywood, quiero lograr muchas cosas. Quiero comerme el mundo, no que el mundo me coma a mí, como lo hace este país que a veces te come y no te das cuenta”. Estas palabras, llenas de convicción, reflejan la tenacidad de una mujer que sigue luchando por sus sueños.
El impacto de La vendedora de rosas y el reconocimiento del público
El largometraje de Víctor Gaviria es considerado una de las películas más emblemáticas del cine colombiano.
Inspirada en el cuento La pequeña cerillera de Hans Christian Andersen, retrata con crudeza la vida de los niños de la calle en Medellín.
Su impacto fue tal que llegó a formar parte de la selección oficial del Festival de Cannes en 1998, poniendo en el mapa del cine internacional a su elenco de actores naturales.
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Aunque los años han pasado, Marta Correa sigue siendo recordada por su papel en la película. “Que soy un ícono nacional de Medellín y para mí eso es más grande”, comentó sobre el reconocimiento que recibe de la gente en las calles.
El video de su reencuentro con Érika Zapata generó una ola de reacciones en redes sociales, donde muchas personas expresaron su admiración por su perseverancia. Mientras continúa vendiendo dulces, Marta Correa mantiene viva la esperanza de volver a brillar en el cine y demostrar que los sueños, por más difíciles que parezcan, nunca están fuera de alcance.