Las bibliotecas son seres vivos: el mundo y la realidad las transforman. Las necesidades y los rituales de los lectores de hoy son muy distintos a los de la generación anterior y los de mañana serán diferentes. Consciente de ello, la Biblioteca Pública Piloto ha diseñado una herramienta para responder a las transformaciones de los públicos y sus maneras de consumir y recibir la información.
Incluida en el Plan de Desarrollo de Medellín, la Cosmoteca se construye a partir de las necesidades de sus usuarios: se trata de que la Piloto sea también digital. La oferta de la página web incluye –de momento– el Deseatorium, un buzón que les permite a los ciudadanos de Medellín señalar temas y libros que desean encontrar en formato digital o sonoro.
En La Aprendicería los encargados de la Cosmoteca ofrecen menús de contenidos sobre diversos temas. De momento hay dos: uno sobre el papel de las mujeres en la historia y la cultura nacional y, el otro, sobre las formas de elevar el debate ciudadano. El nombre de por sí dice mucho de la intención: Cómo hablar de política sin ladridos. Y el tercer elemento es un test que le permite al usuario descubrir con cuál personaje de la historia tiene afinidad.