Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

El milagro musical de Kapo

Tras casi 15 años haciendo música, Kapo hizo una canción que le cambió la vida y lo puso en el primer plano de la industria.

  • Kapo está próximo a lanzar su segundo álbum. Foto Esneyder Gutiérrez.
    Kapo está próximo a lanzar su segundo álbum. Foto Esneyder Gutiérrez.
18 de enero de 2025
bookmark

Si hay algo cercano a lo milagroso en estos tiempos es la música. Una canción se pega, se vuelve viral y la vida cambia, se vuelve otra casi de un día para otro. A Kapo le pasó.

Le recomendamos leer: “Las condiciones en Puerto Rico politizan a cualquiera”: Jorell Meléndez Badillo, historiador que participó en DeBí TiRAR MáS FOTos, de Bad Bunny

Una semana antes de que su canción Ohnana se volviera un hit mundial, estaba cantando en una discoteca donde nadie sabía quién era. Después del lanzamiento la gente empezó a reconocerlo en la calle, a pedirle fotos, lo empezaron a seguir artistas que él ya seguía y admiraba, su canción se coló en los listados musicales del mundo y la revista Billboard lo eligió Artista Latino en Ascenso.

Desde que la grabó, estando en un viaje por Jamaica, Kapo tenía el presentimiento de que esa canción iba a ser un éxito, que se iba a ir mundial. Pero tenía sobre todo la ilusión, porque la música que se produce es tanta, que es como un océano y lo más probable es naufragar, hundirse.

Según Luminate, una empresa que lleva más de 30 años analizando y midiendo el consumo de música, cine y televisión, en 2022, se subían en promedio, 93.400 canciones al día a plataformas de streaming, más de 34 millones de canciones al año. Un estudio de la misma empresa, publicado el año pasado, rastreó 184 millones de canciones de las diferentes plataformas del mundo y encontró que durante el 2023 más de 45 millones de canciones no obtuvieron ni una sola reproducción, 79.5 millones solo tuvieron entre 0 y 10 reproducciones y apenas 10 canciones superaron el billón de reproducciones.

Se hace mucha música, pero no se escucha tanta. Por eso muchos artistas hacen y hacen música buscando pegar una canción que les permita asomar la cabeza en ese océano musical. Kapo llevaba casi 15 años en esas cuando hizo por fin su hit Ohnana.

–Yo venía trabajando esto hace mucho rato, y realmente siento que todo el trabajo que se hizo todo ese tiempo fue para enriquecer lo que ahorita es, porque de una u otra manera un artista se puede viralizar, pero mantenerlo como lo hemos hecho, tener un repertorio, hacer los shows que hacemos, eso es lo más difícil—dice Kapo.

–¿Cómo fue desarrollando su sonido? El primer disco es mucho más reguetonero, suena muy diferente a la música de ahora...

–Mi música es global. Mi enfoque, más que hacer una canción que sea tendencia, es que le llegue a la gente, que los toque. Cuando yo estaba haciendo el primer álbum tenía otro enfoque, pero llegó un momento donde analicé mi vida, lo que estaba pasando y realmente no era lo que yo quería, ni algo con lo que me sentía cómodo.

–¿Qué cambió?

–Todo cambió cuando yo decido ser diferente en relación a lo que existía, a lo que estaba sobre la mesa. Hay mucho afrobeat, hay muchos artistas, muchos compositores, muchos productores. En ese momento la tendencia eran unas letras más bruscas, denigrar, hablar feo, había mucho de eso y en algunas ocasiones sentía que no había ningún respeto hacia la misma música. A mí no me sale bien estar en esas, yo empecé a conectar con la gente con unas letras muy limpias, lo mío es estar chill, tranquilo y cuando viajo a Jamaica empiezo a ver la vida diferente porque me doy cuenta que las personas allá si se rigen desde el arte, no del dinero ni de la conveniencia, y me dejé arropar por eso, cuando dejé de pensar en pegar, pegué y empecé a creer en lo que hacía, porque yo dudaba mucho de mi creatividad. Ser quién soy me hacía sentir miedo, no sabía si iba a funcionar.

Pero funcionó precisamente por Kapo no se parece a nadie.

Le puede interesar: ¿Qué pasa con TikTok en EE.UU. ahora que entrará en vigor la prohibición de usar la red social?

Juan David Loaiza Sepúlveda, como es su nombre de pila, nació en Zaragoza (Antioquia), pero se crió en una bomba de gasolina, a la orilla de la carretera a medio camino entre Candelaria y El Cabuyal, en el Valle.

No es de aquí, ni de allá, no es de ninguna parte, porque una bomba de gasolina a la orilla de la carretera es un lugar de paso, la gente viene y va, nadie se queda, sólo él y su mamá, que atendía el restaurante de la bomba.

–Era una vida bohemia, en un paradero de camioneros, de muleros, había música todo el tiempo, el gusto viene de de ahí, de tanto escuchar música. El reguetón vino después.

–Por qué quiso empezar a hacer música...

–Yo tengo un amigo, le dicen Chamo, era el vigilante de la bomba y era cantante. Él era el que me hablaba de música, él había hecho reguetón, yo apenas tenía como 10 o 11 años. Ahí empezaron las ganas de hacer música y así me fui metiendo en este mundo, viendo como grababa una canción, de que manera la subía a Youtube, era una de las herramientas que tenía para salir de la bomba porque yo no quería estar todo el tiempo ahí, yo tenía una historia a parte de eso, y sentía que tenía un don para escribir canciones, me ponía a hacer cualquier cosa y terminaba haciendo música.

–Ahí en la bomba empezó a cantar...

–Tenía un amigo que tenía una guacharaca, el se ponía a tocar y yo a cantar y en la bomba nos daban moneditas. Para mí todo era música, yo digo que uno nace con una vocación, con un talento que puede desarrollar y que se convierte en una empresa, en el sustento.

–Pero usted entró a la universidad y empezó a estudiar comunicación social...

–Si, yo estudié tres semestres de Comunicación Social y trabajé en una emisora como locutor, en esas estuve en una rueda de prensa en la Feria de Cali, y yo dije, yo no voy a ser el que entreviste al número uno, yo voy a ser el número uno.

–¿Qué hizo?

–Dejé de estudiar comunicación social, vendí la moto que tenía, con esa plata hice un video, pagué una gira de medios y me fui a vivir a Bogotá. Ahí empieza otra historia, empiezo a cantar en las discotecas, haciendo covers.

Hizo canciones, muchas, solo en Spotify, donde tiene publicadas canciones de cuatro años para acá, suma más de 50. Entre todas se va dibujando la forma que fue encontrando Kapo, que no es de aquí ni de allá y se ha ido inventando todo en el camino.

–La historia es bonita, porque un man que viene de una bomba, de la nada, llega con un estilo y una estética completamente diferente, y enamoró a la gente, de mente, porque el man rompió ese paradigma que tenía de estar pensando si funcionaba o no y lo que hizo fue avanzar y crear y creer en lo que hacía.

–Qué le dio esa confianza para empezar a creer en lo que hacía...

–El desespero de no tener nada más que hacer, porque si estoy haciendo algo y no me funciona, tenía que hacer otra cosa, entonces terminé sacando todo lo que sentía, y la música es eso, es energía, es conexión. Es de proponer, pensar lo propio, no ir detrás de nadie.

–¿Cómo le cambió la vida cuando Ohnana se pegó?

–En ocasiones se siente muy bueno, cumpliste tus sueños, pasan cosas, lógicamente el trabajo lo abruma a uno, lo estresa, cansa. El problema, es que de repente empiezan a pasar cosas que no pasaban...

–Qué cosas...

–Salir a la calle y que la gente te empiece a saludar y tomarse fotos, y hablarme como si me conocieran, es muy raro. Hay gente que es muy fan y se analiza todo de tu vida, hasta tu signo zodiacal, eso se siente extraño. Y cuando suenan los vals (las canciones), por ahí en la calle. A veces yo pienso, será que si estamos pegados, y pum, suena el tema. Ver la gente cantando, gente que no me imaginaba que le iba a gustar mi música... cuando voy a las fiestas municipales, esa algarabía de la gente.

–Y luego...

–Volvemos a la realidad, porque todas las veces no está ese bullicio. Y ahí se pone uno a pensar todo lo que ha construido, porque a veces a uno se le olvida como lo hizo, entonces empiezo a hacer un recorderis, y en esas vivo. Para poder estar tranquilo y poderme parchar esto y que no me haga sentir como un espécimen raro tengo que estar recordando. Es raro, es muy raro. Tú nucleo siempre va a ser tu nucleo, pero aparece más gente.

––Trabajó mucho pensando en hacer un hit, y ahora que lo lo logró tiene que hacer más...

–Ahorita es cuando. Nosotros estámos a fuego, pero mantengalo pues, caméllelo, que esos 20 millones de oyentes sigan ahí activos, me toca trabajar todos los días, madrugarle y recordar, siempre.

Ohnana, la canción que le cambió la vida a Kapo, tiene casi 300 millones de reproducciones en Spotify y más de 190 millones en Youtube y un remix al que se unieron Farruko, Nicky Jam, Maluma y Ryan Castro. Pero su buena racha no paró ahí, después vinieron UWAIE, Imáginate, Alma, y dentro de poco su segundo disco.

El empleo que buscas
está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD