¿Qué hizo a Leonardo da Vinci un genio? Fusionar el arte y la ciencia para crear obras míticas e inventos que 500 años después se siguen emulando, admirando y estudiando. Eso, como un ejemplo, entre los muchos que se podrían tener.
“El genio -escribió el filósofo alemán Arthur Schopenhauer- ilumina su época como un cometa en los caminos de los planetas”. Así lo hizo el italiano, y así lo han conseguido algunos en la actualidad. ¿En menor o mayor medida? La respuesta es subjetiva.
A quienes se les ponga ese adjetivo los caracterizan sus procesos de pensamiento: son brillantes en lo que hacen y dejan huella. Henry Castillo, Phd en neurociencia cognitiva, profesor de la Universidad San Buenaventura y CEO de la empresa Neuromind, dice que es difícil imaginarse uno como Leonardo actualmente; sin embargo, afirma que por supuesto existen personas con características de genialidad y entre ellas se le ocurren dos que han marcado los últimos 20 años y que ya fallecieron: Stephen Hawking y Steve Jobs, uno de la física y otro de la innovación tecnológica. La neuropsicóloga Juliana Fernández suma a Bill Gates. Destaca que un genio no necesariamente tiene un sinnúmero de habilidades, sino que puede ser muy bueno en algo específico. “Si se habla de genialidad se debe comprender que existen quienes se enfocan en la música, y otros en la matemática”.
No es tan fácil
Como Da Vinci, ellos tres se destacaron por generar cambios en su época, influenciar el pensamiento de miles de personas. Eso, justamente, y según la definición, hace un genio. Además “piensan el mundo y el futuro de una manera distinta”, comenta el CEO de Neuromind.
Para Fernández, cuando se habla de ello se hace referencia a capacidades que incluyen la creatividad, la originalidad, un pensamiento lógico y abstracto muy favorable. “Son personas avanzadas en su conocimiento, con un léxico muy elaborado y con un Coeficiente Intelectual (CI) superior al de la media, que es la capacidad que tenemos los humanos para adaptarnos”.
Tener cerca uno no es muy común. Aunque se identifican constantemente, dice Castillo, no son muchos. Logran saber quiénes son cuando se les hacen pruebas de Coeficiente Intelectual y registran niveles por encima de 130; alcanzar ese puntaje, según el profesor, ya se considerada como genialidad cognitiva.
Una persona que no lo es obtiene en estas pruebas, en general, un resultado de entre 85 y 115. El Phd en neurociencia asegura que ahí están, por lo menos, el 60 % de las personas, mientras que ellos son solo el 1 %. A esos que pasan de 130 en esta medición también se les considera con una condición de talentos excepcional.
Esa afirmación la hace Castillo. El Phd asegura que, en muchos casos, estos personajes son incomprendidos. La neuropsicóloga añade que en su mayoría son racionales, pero que en ocasiones tienen dificultades con la inteligencia emocional y tienden a socializar poco. “Se les dificulta adaptarse al mundo y, en ocasiones más que genios parecen inadaptados”, afirma el Phd. Aunque no a todos. No a Da Vinci, que era admirado por sus contemporáneos.
Estos son algunos genios reconocidos en esta época. Dos ya se fueron.