Cuatro años de planeación, desde 2017, y cuatro meses de trabajos de preparación fueron necesarios para que este domingo el mural Escena con jinete, del maestro Fernando Botero, fuera trasladado hasta el Museo de Antioquia.
Antes de que el reloj marcara las 5:00 a.m., el restaurador Jairo Mora, responsable de todo el proceso de desplazamiento, ya estaba en el centro comercial New York, en todo el cruce de la calle Colombia con Cúcuta, en el centro de Medellín. Una hora después comenzaron a arribar los demás integrantes del equipo (en total participaron 150 personas).
“Eso es un hito”, reconoció Mora, mientras recorría los pasillos por donde tenía que salir el fresco, que mide 9 metros de largo por 2.55 metros de alto.
Para facilitar el traslado del mural, por las proporciones y peso del mismo (calculado de 1.5 toneladas), debió ser cortado en dos grandes pedazos para su desplazamiento.
Sobre las 7:45 de la mañana los operarios desprendieron (en medio de aplausos) la primera pieza del fresco, que estaba protegido con tela fijado con resinas y cera, para su traslado hasta las afueras del pasaje comercial, donde se toparon con un inesperado problema: la estructura no cabía por la puerta.
Fue necesario, en un proceso que demoró una hora, desmontar algunos de los vidrios de la fachada principal para poderlo sacar y luego subirlo a un camión.