En una de las pausas del rodaje de Cosiaca, EL COLOMBIANO habló con Amparo Grisales sobre este proyecto y lo que significa para ella volver a rodar en tierras antioqueñas.
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EL COLOMBIANO estuvo en el rodaje del viernes pasado de Cosiaca, en Fizebad, donde se grabaron varias escenas, entre ellas el encuentro de Cosiaca con Ñito Restrepo (escritor, jurisconsulto, historiador y economista colombiano), que interpreta Róbinson Díaz.
En una de las pausas del rodaje de Cosiaca, EL COLOMBIANO habló con Amparo Grisales sobre este proyecto y lo que significa para ella volver a rodar en tierras antioqueñas.
¿Cómo la convencieron para hacer parte de este proyecto tan ‘montañero’?
“(Risas) No me tuvieron que convencer. Pucheros (César Betancur) a quien adoro, que es un amigo de mi casa, que adoraba a mi mamá, que era una gran contadora de historias, viene hablando de Cosiaca hace años y cuando se concretó el proyecto me llamó y me preguntó que si me le medía y le respondí que de una, ni me tuvieron que rogar.
Es un honor poder estar en esta historia mágica. Estar con Teleantioquia, con los antioqueños, y recibir todo ese cariño es un gran orgullo”.
¿En Manizales, de niña y adolescente, tenía referencias de Cosiaca?
“Sí, desde chiquita oí de él, por eso pensé en su momento que era un personaje imaginario, un mito. Desde niña escuché dichos como ‘es más mentiroso que Cosiaca’ o ‘habla más mierda que Cosiaca’.
Yo me considero muy paisa, soy de Manizales, de la Gran Antioquia, para la serie me tocó estudiar mucho, pero se facilitó, porque desde niña escucho el acento, solo era marcarlo más para las grabaciones”.
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¿Qué significa para usted volver a estar en un personaje de época?
“Es algo maravilloso, único, mágico, esos son los personajes que uno como actriz siempre está esperando.
Me encanta que mi carrera haya pasado por todos esos escenarios. Desde Inés de Hinojosa, del siglo XVI, no me vestía de época, eso fue en 1988. Para mí ha sido mágico ahora llegar al siglo XIX con Cosiaca. Es una gran emoción que disfruto mucho, que me permite demostrar toda mi experiencia como actriz. Sé que la gente va a amar Cosiaca”.
¿Cómo ha sido la experiencia de rodar en Santa Fe de Antioquia y Fizebad, en El Retiro?
“Lo mejor ha sido el amor de la gente, con ese cariño uno no necesita más, es algo muy sincero. A Santa Fe de Antioquia llegó mucha gente a ver las grabaciones. La generosidad de los antioqueños no se ve en Colombia”.
¿Qué tal rodar con actores top como John Álex Toro, Luis Mesa, Róbinson Díaz, su hermana Patricia?
“Esos son los grandes actores de Colombia, ahora hay generaciones nuevas, algunas muy improvisadas, pero ellos son los top. Estar realmente con actores, formados, con trayectoria, es toda una fortuna. Yo soy antiinfluencer, lo digo de frente, porque la actuación es de ganarse a pulso el trabajo. Yo he trabajado toda mi vida, adoro lo que hago, no importa la edad que tenga”.
¿La siguen molestando mucho por el tema de la edad?
“Me importa un pito, porque eso me ha motivado más a estar saludable, armoniosa y guapa, sin recurrir a artificios, cirugías o rellenos.
Soy, desde chiquita, una enamorada del ejercicio. Investigo mucho sobre nutrición, medito y doy gracias al universo y a Dios por las cosas bellas de cada día.
He hecho un tránsito espiritual muy lindo, que ya lo que me digan no me afecta. Los que hablan de mí lo hacen porque necesitan pegarse de las personas que hacemos cosas buenas para poder sobresalir y que se fijen en ellos. Desde que tengo 27 años, desde que hice Tuyo es mi corazón, con Carlos Vives, me están diciendo vieja”.
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¿Cuál es su personaje en Cosiaca?
“Es una viuda, millonaria, de la que Cosiaca está enamorado y la persigue, pero ella le saca el cuerpo”.