Chile, el vigente campeón de la Copa América, está obligado a ganar hoy a una Bolivia también urgida por los puntos para espantar el riesgo de ser eliminado en la primera fase del torneo.
Ambas selecciones perdieron en la primera jornada, los chilenos ante Argentina y los bolivianos frente a Panamá, por idéntico marcador (2-1), así que un nuevo resultado adverso puede suponer para cualquiera de ellos hacer las maletas o, por lo menos, llevarle a depender de resultados en la última fecha.
Por su condición de campeón y por la calidad de sus jugadores, la presión recae en Chile, algo que ha reconocido el propio Alexis Sánchez, para quien la Roja tiene que jugar al 120 por ciento.
Cuando no juega en altura, Bolivia suele ser presa fácil de Chile y el año pasado, en la primera fase de la Copa América, los entonces anfitriones asestaron un contundente 5-0 a la Verde.
El técnico Juan Antonio Pizzi prepara cambios de formación con respecto al partido de su debut, con lo que podría recuperar la figura de un delantero centro fijo en el área y desplazaría a Alexis Sánchez a su lugar natural, al extremo.
Bolivia tiene en duda al defensa Diego Bejarano por una contractura.
El equipo andino aspira a recuperar el orden defensivo del que careció ante Panamá y planea amarrar a Chile con una línea de cinco defensas y aguardar hasta que se presente alguna oportunidad de contragolpe con la que pueda dar la sorpresa.