Daniel Nolavita, una autoridad indígena del pueblo Kogui, fue secuestrado el pasado 4 de septiembre en la Sierra Nevada de Santa Marta. El líder indígena fue raptado mientras realizaba actividades agrícolas en zona rural del municipio de Ciénaga, Magdalena, y hasta la fecha, su paradero sigue siendo un misterio.
Según las primeras versiones, Nolavita fue secuestrado por hombres armados que irrumpieron en su vivienda. La Plataforma de Defensores de Derechos Humanos y Liderazgos de la Sierra Nevada denunció el secuestro a través de sus redes sociales, indicando que la pareja de Nolavita también fue raptada, aunque posteriormente liberada.
Desde entonces, la comunidad indígena y su familia han hecho un llamado urgente para que las autoridades y la sociedad en general se movilicen para encontrar al líder Kogui.
Ante la gravedad del secuestro, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se pronunció públicamente, solicitando la liberación inmediata de Nolavita. En una publicación en X, la ONU pidió que se respetara su vida e integridad y urgió a los actores armados a respetar el Derecho Internacional Humanitario.
Juliette De Rivero, representante en Colombia de la ONU, hizo un llamado enfático por la vida de Nolavita: “Pedimos encarecidamente la liberación de la autoridad indígena Daniel Nolavita del pueblo Kogui. Su esposa, sus hijos y su pueblo lo esperan de vuelta”.
El secuestro de Nolavita ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad que enfrentan las comunidades indígenas en la Sierra Nevada, quienes se ven atrapadas en medio del conflicto entre actores armados.
Las Autodefensas de la Sierra Nevada (ACSN) y el Clan del Golfo, son dos de los grupos que operan en la zona y se pronunciaron al respecto.
Tras conocerse el secuestro, las ACSN emitieron un comunicado a través de sus redes sociales, asegurando no tener responsabilidad en el hecho. “Nuestra organización no tiene que ver con la retención del indígena Daniel Nolavita, quien fue retenido en el Cerro de Cherua”, afirmaron, señalando al Clan del Golfo como los responsables del secuestro. Además, hicieron un llamado para que el grupo rival libere sano y salvo a Nolavita y aseguraron que “la confrontación es con nosotros, no con la población civil”.
Sin embargo, el Clan del Golfo también emitió un comunicado en el que negó su participación en el secuestro y exigió el respeto por la vida del líder indígena. “Informamos que el Ejército Gaitanista nada tiene que ver con el secuestro y desaparición de la persona requerida. Exigimos que le sea respetada su vida y su integridad personal”, se lee en el mensaje publicado.
El secuestro de Nolavita ha generado un profundo impacto en la comunidad Kogui, quienes han expresado su preocupación por la seguridad de su líder. “Estamos muy preocupados porque lleva 13 días desaparecido. Confiamos en que sigue con vida”, señalaron familiares cercanos de Nolavita, quienes también han pedido que se agilice la búsqueda.
Las organizaciones de Derechos Humanos han denunciado los hechos de violencia que ponen en peligro a múltiples comunidades de la zona, los Kogui, Arhuaca, Wiwa y Kankuama, que habitan en esta región, han sido históricamente víctimas de desplazamientos, amenazas y violaciones a sus derechos por parte de actores armados que luchan por el control territorial y el tráfico de drogas.
Mientras las horas avanzan, la angustia por el destino de Daniel Nolavita aumenta. La comunidad Kogui, los organismos de derechos humanos y la familia del líder indígena han hecho repetidos llamados para que el Estado colombiano intervenga de manera más decidida en la búsqueda de Nolavita y garantice su liberación.
