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La Comisión Global sobre Política de Drogas, creada en 2011 por expresidentes y personalidades de América y Europa con el fin de crear políticas públicas eficientes sobre el consumo de drogas, presentó hoy en Bogotá su informe “La política de drogas en Colombia: el camino a una regulación justa”, en el que incluye recomendaciones sobre regulación de las drogas, el enfoque de políticas basadas en derechos humanos, la despenalización, una agenda antidrogas que no esté ligada a la seguridad nacional y el fortalecimiento institucional.
El expresidente colombiano y Premio Nobel de Paz Juan Manuel Santos, quien hace parte de la Comisión junto con otros líderes mundiales, celebró que las recomendaciones van en la misma línea del gobierno Petro, “un presidente que acaba de ser elegido y que está comprometido con una nueva política contra las drogas”, dijo.
El documento presentado fue revisado “a la luz de los últimos acontecimientos, entre ellos la elección del presidente Gustavo Petro y las manifestaciones que ha hecho sobre este tema”, añadió Santos.
El mes pasado, en su intervención en el pleno de la ONU Petro pidió acabar con la guerra contra las drogas, a la que calificó como “irracional”, al tiempo que convocó a América Latina a unirse en ese propósito.
Asimismo, Santos agregó que es urgente que haya un cambio de paradigma en Colombia en las políticas alrededor de estas sustancias y sus consumidores, y explicó que para la comisión “la regulación de las drogas es una forma de fortalecer las instituciones que se han visto debilitadas por la prohibición”.
Pero no solo Santos, también el resto de comisionados coinciden en que la lucha contra las drogas fracasó con un costo elevado en vidas y afectación a la democracia.
Según el informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, sigla en inglés) presentado el pasado 20 de octubre en Bogotá, los cultivos de coca en Colombia crecieron un 43 % en 2021, año en que fueron registradas 204.000 hectáreas sembradas.
Por esas cifras, la Comisión recomendó a Colombia “regular” las drogas, no solo la marihuana, sino la cocaína, para lo cual es “crucial la inclusión de las comunidades sistemáticamente marginadas en el diseño y la aplicación del proceso de reforma, en particular las mujeres, los campesinos, las comunidades indígenas y los afrocolombianos”.
Por otro lado, la Comisión le recomienda al Estado colombiano despenalizar y poner fin a las sanciones penales, administrativas y civiles tanto por el consumo como por el cultivo de drogas.