Hasta el pasado 25 de junio en el país ya se habían aplicado cerca de 16,6 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 y más de 5,7 millones de personas habían accedido a su segunda dosis. Pero mientras las inyecciones aumentan de forma sostenida en las últimas semanas, han surgido dudas, algunas infundadas, sobre la efectividad que tienen estos medicamentos.
Una de las más inquietantes tiene que ver con la aparición de nuevas variantes del coronavirus. De acuerdo con la última actualización de información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han identificado cuatro variantes (Alpha, Beta, Gamma y Delta) circulando en todo el planeta.
Reciben esa calificación debido a que son más transmisibles, presentan cambios en su presentación clínica o disminuyen la eficacia de las medidas sociales o de bioseguridad, los tratamientos con medicamentos o las vacunas.
Hasta el momento la variante que más ha generado preocupación por los posibles efectos que pueda tener en la efectividad de las dosis anticovid es la Delta (en un comienzo conocida como variante india).
Según datos compartidos el pasado 14 de junio por la agencia de Salud Pública de Inglaterra (PHE, por sus siglas en inglés), tener las dos dosis de la vacuna Pfizer ofrece una protección de 88 % contra una infección sintomática de coronavirus delta, esta cifra fue de 94 % para la variante alpha. Las dos dosis de AstraZeneca, señaló PHE, ofrecieron una protección del 67 % contra la delta y del 74 % contra la alpha. En ambos casos solo fueron tomados en cuenta los pacientes que habían completado su esquema de vacunación con un tiempo mínimo de dos semanas.
La diferencia se palpó más en aquellos que solo habían recibido una dosis. Quienes fueron inoculados con la primera de Pfizer obtuvieron una protección del 50 % para la variante alpha, pero del 36 % para la variante delta. En cuanto a los que habían recibido solo una dosis de AstraZeneca, se encontró que también presentaron una protección del 50 % contra la alpha, pero ese porcentaje descendió hasta el 30 % para la delta.
“Hay una noticia buena y una noticia mala”, dijo el médico Diego Rosselli, profesor del Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Universidad Javeriana. “La buena es que hasta ahora las vacunas que están aprobados han mostrado rangos de eficacia satisfactorios en contra de las variantes. La mala es que eso puede cambiar en el futuro, porque las variantes pueden llevar a formas del virus que sean resistentes a las vacunas actuales”, aseguró.
En Colombia, según el Instituto Nacional de Salud (INS) se han reportado dos variantes de interés, la alpha (conocida antes como variante de Reino Unido) y la gamma (variante brasileña). El martes pasado, el ministro de Salud, Fernando Ruíz, advirtió que, aunque aún no se ha confirmado la llegada de la variante delta al país, es “imposible contener su expansión”.
Por su parte, Claudia Vaca, farmacoepidemióloga y directora del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional, dijo que “por ahora, en Colombia el análisis y la vigilancia genómica del virus demuestran que las vacunas que se están aplicando son suficientemente efectivas frente a esas variantes”. Pero añadió que “si el ritmo de la vacunación no es alto para garantizar una contención más extendida entre la población, estas variantes empezarán a ser más preocupantes”.
Esto, explicó, tiene que ver con que entre menos personas protegidas haya, se presentará una vulnerabilidad más alta a estas nuevas mutaciones del virus (que podrían ser más contagiosas o incluso más letales). Y también advirtió que la posibilidad de que no haya suficientes ciudadanos inmunizados podría implicar que “el plan de vacunación no cumpla con sus metas, la protección de la población y que lleguemos a una inmunidad colectiva de forma rápida”.
La vacuna de Sinovac
Una arista del debate sobre la efectividad de la vacunación durante las últimas semanas ha tenido que ver con informes compartidos por medios estadounidenses como The New York Times o Business Insider, que han cuestionado el uso de las vacunas de las farmacéuticas chinas Sinopharm y Sinovac en los países que las han aplicado de forma masiva.
Citan, por ejemplo, los casos de Baréin, Mongolia y Chile, que negociaron una gran cantidad de dosis con esas farmacéuticas y, según la base de datos de la Universidad de Oxford Our World in Data, tienen porcentajes de vacunación completa de 55,5 %, 52,3 % y 51 %, respectivamente.
Sin embargo, esa misma fuente señala que las tasas de contagios diarios por millón de habitantes se mantienen altas: hasta el 23 de junio pasado, en Baréin había 243,81 infecciones diarias por millón de habitantes; en Mongolia, 713,9, y en Chile, 251,4.