Los trastornos de ansiedad empiezan a asomar en la salud mental de las personas desde temprana edad, lo cual es considerado como una pandemia en aumento que requiere atención oportuna. Entre los trastornos más comunes están el de ansiedad social, ansiedad generalizada, ansiedad por separación y trastorno de pánico.
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Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 4,4 % de los adolescentes entre los 10 a 14 años y el 5,5 % entre los 15 a 19 años padece algunos de estos trastornos de ansiedad. Unas cifras que se acentuaron después de la pandemia del covid-19, periodo en la que, junto a la ansiedad, con el estrés se ubicaron como las alteraciones más frecuentes y que van en aumento tanto en jóvenes como en adolescentes colombianos.
¿Qué es el trastorno de ansiedad?
La ansiedad tiene su origen en el sistema nervioso central como una respuesta saludable a un peligro que puede ser inmediato o presentarse en el futuro. Una situación en la que, si bien la angustia es manejable, la persona que la padece experimenta la preocupación de estar pensando “¿qué pasaría si...?” y se obtienen reacciones inesperadas y desproporcionadas, que pueden llegar hasta tener ataques de pánico.
Lo anterior se puede vivir ante situaciones como asistir a una fiesta, situaciones nuevas u otras actividades cotidianas, lo que genera que la ansiedad se convierta en un problema. En este caso, los síntomas son incontrolables, no se detienen con el tiempo y paralizan a la persona al punto de aislarla.
Al respecto, el director médico de Emermédica, Mauricio Guerrero, explica que “los trastornos de ansiedad aparecen de manera temprana y si no se tratan se produce un deterioro significativo en la calidad de vida de la persona que la padece, favoreciendo la aparición de enfermedades psicosomáticas (dolores sin causa aparente) y puede complicarse con otros trastornos mentales como la depresión”.
Según contó Guerrero, en lo que va corrido de 2024 en esa empresa de servicios domiciliarios se han realizado cerca de 4.800 atenciones médicas relacionadas con trastornos de ansiedad.
¿Cómo impacta la ansiedad a los jóvenes?
Para esta población el incremento de esta afección se ha convertido en un problema, debido a que la ansiedad crónica puede ocasionar dificultades graves de salud mental, influir en el consumo de sustancias psicoactivas, la deserción escolar, intentos de suicidio y casos de suicidio consumado.
De hecho, cifras del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses muestran que entre enero y septiembre de este año, se registraron 205 suicidios de niños, niñas y adolescentes, predominando los casos en el grupo de edad de 15 a 17 años, con un reporte de 119 hechos. Bogotá es la ciudad donde más suicidios se han registrado, seguido de Cali, Pasto y Medellín.
Información de expertos advierte que cuando los jóvenes se sienten ansiosos pueden ver interferida su capacidad de concentración, lo que produce un impacto a largo plazo; también pueden padecer problemas físicos como dolores de cabeza, sudoración excesiva, insomnio, trastornos digestivos e, incluso, enfermedades del corazón.
De acuerdo con el estudio reciente del grupo de investigación Nutrición y Hormonas de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, los jóvenes ansiosos o que se sienten enojados o tristes, “tienden a seleccionar alimentos con alto contenido calórico, convirtiéndose en un problema mayor en el contexto universitario, cuando se consolidan hábitos alimenticios que podrían persistir en la vida adulta”.
“Se conoce a la ansiedad como un trastorno predisponente, es decir, si una persona padeció en su infancia ansiedad y durante la adolescencia, es más probable que esta persona padezca en su adultez depresión. Por esto, es importante intervenir tempranamente la ansiedad para evitar que estos patrones de comportamiento se conviertan en factores de riesgo para enfermedades crónicas a futuro”, agregó Mauricio Guerrero.
¿Cómo enfrentar la ansiedad?
Para prevenir y/o controlar la aparición de la ansiedad, los expertos recomiendan implementar en la rutina del día a día seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes, así como evitar los alimentos grasos, azucarados y procesados y las bebidas alcohólicas; suprimir o disminuir el consumo de cafeína, pues cuenta con un efecto estimulante que aporta a incrementar la ansiedad; practicar deporte regularmente, pues el ejercicio físico relaja el cuerpo y, al practicarlo al aire libre, ayuda a la mente.
Así mismo, aconsejan dedicar tiempo a las aficiones o hobbies, lo que contribuye a alejarse de la rutina diaria y de situaciones que pueden generar ansiedad; aprender técnicas de relajación, que reduce la tensión muscular y mental; así como descansar adecuadamente para mejorar el estado de salud.
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