La polémica por el pronunciamiento de Alejandro Ordóñez, embajador de Colombia ante la OEA, respecto a la migración de venezolanos, no para. Ordóñez señaló en una sesión del Consejo Permanente de esa organización que la partida de millones de personas del país vecino obedece a una “estrategia calculada” del gobierno de Maduro para “irradiar en la región el socialismo del siglo XXI”.
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A su declaración le llovieron críticas de todos sectores políticos de Colombia. El canciller Carlos Holmes Trujillo, jefe de Ordóñez, se vio obligado a salir en público a aclarar la posición colombiana. Una postura que hoy ha reafirmado, en otra respuesta al exprocurador, el presidente Duque, al señalar que para el país los venezolanos que llegan “son víctimas de la dictadura de Maduro y no promotores de la ideología de la dictadura”.
El pronunciamiento del mandatario se dio durante el Taller Construyendo País que lleva a cabo este fin de semana en Florencia, capital de Caqueta, al sur del país, donde agregó que aunque la masiva migración representa retos para el país, no por eso “debemos de dejar de ser fraternos”.
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El presidente Duque representa al país en el Grupo de Lima, una organización donde comparte asiento con los mandatarios de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, que busca allanar una salida pacífica al régimen de Nicolás Maduro.
El grupo de naciones ha apoyado reiterativamente al gobierno de Juan Guaidó y ha pedido sanciones internacionales a Nicolás Maduro y sus figuras más allegadas.
