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Vestida enteramente de blanco y ante un viento que a esa hora empezaba a arreciar en la Plaza de Bolívar de Bogotá, la primera vicepresidenta de la historia del país, Marta Lucía Ramírez, tomó posesión de su cargo prometiendo “trabajar todos los días por el bienestar de todos los colombianos”.
No es la primera vez que está frente a frente con un desafío de grandes magnitudes. Enfrentó algo similar en el Ministerio de Defensa, cuando llegó otro 7 de agosto, esa vez de 2002, siendo la primera mujer en ocupar un cargo reservado hasta entonces para hombres, esto ocurrió durante el primer gobierno de Álvaro Uribe.
Sin embargo, como contaban sus familiares después de la victoria de Iván Duque el 17 de junio, ella siempre está más interesada en la huella que pueda marcar que en el hecho de llegar primero.
Después de todo, su hoja de vida en el sector público tiene los quilates para ser una ficha clave del nuevo gobierno.
En el ejecutivo, aparte del Ministerio de Defensa, del que salió en 2003 tras haber confrontado a los hombres fuertes de la época en las Fuerzas Armadas, antes fue ministra de Comercio de Andrés Pastrana, entre agosto de 1998 y junio de 2002.
En ese mismo gobierno, ejerció como Embajadora en Francia.
Cuatro años después, en 2006, pasó al legislativo al ser elegida Senadora de la República, fue presidenta de la Comisión Segunda.
Desde entonces ha sido dos veces candidata presidencial, en 2014 y 2018, por el Partido Conservador. En este último intento, se adhirió a la campaña Duque, tras una consulta con los sectores de derecha.
Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la U. del Rosario, detalló que “es un nombramiento muy importante y que va en el sentido de la tendencia internacional”, y advirtió que “no es un cargo de relleno, por cumplir con la diversidad. El papel de Marta Lucía será clave porque complementa a Duque con la experiencia que él no tiene”.
Para el analista político Jorge Iván Cuervo, de los 8 vicepresidentes que ha tenido Colombia desde que se reinstaló la figura con la Constitución de 1991, tan solo Germán Vargas Lleras, en 2014, podría emular la importancia que tiene esta abogada de 64 años para el Presidente en ejercicio.
Advirtió que su fuerza política será clave para destrabar disputas con el Centro Democrático en el Congreso cuando el presidente se vea limitado o no desee hacerlo.
Lo mismo ocurrirá, según Basset, con el gabinete, pues Duque apostó por ministros tecnocráticos, pero con falta de trayectoria política, “ahí es donde Marta Lucía será clave para impulsar al Gobierno”.