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Desde que dejó la tiza y el tablero en la Universidad de los Andes para ingresar al mundo entramado de la política, en el que aún se siente visitante después de 18 años, Sergio Fajardo quiere ser presidente de Colombia y no encontró mejor forma que construir un proyecto local y demostrar que se podía gobernar diferente.
Previo pasó por algunos medios de comunicación en la región, incluido EL COLOMBIANO, desde donde empezó a delinear la visión de una Medellín por fuera de los partidos, bajo las banderas de la educación, la transparencia y la cultura ciudadana, inspirando un poco, como lo ha reconocido, en la experiencia de Antanas Mockus en Bogotá, a mediados de los años 90.
Después de pasar por la Alcaldía de Medellín y motivado por las primeras encuestas, dio el salto al plano nacional, pero no participar en la consulta del Partido Verde lo dejó sin opción, y tuvo que aceptar ser la fórmula vicepresidencial de Antanas. Así que fue coprotagonista de la Ola Verde, que amenazó al establecimiento en 2010, pero que al final decepcionó en las urnas. Aunque dice que esa historia no se repetirá, varias de sus respuestas en foros y debates han sido tendencia, y no por acertadas.
Como lo sabe hacer mejor que nadie, está replicando en el país la misma estrategia que usó en Medellín y que en 2012 lo condujo a la Gobernación de Antioquia: el volanteo en la calle. Su campaña se sale de las concentraciones; prefiere las universidades y los pequeños parques, donde, tal como atendía en el piso 12 de la Alpujarra, se sienta sobre una silla universitaria, porque es feliz cuando lo llaman profesor.
¿Qué falló o que se hizo mal en Hidroituango? ¿Quién o quienes deben responder?
“Está muy temprano para decirlo. Grave daño le hace al proyecto, al país, a las comunidades volver la emergencia un problema político para agitar unas elecciones. EPM, una empresa que siempre ha sido reconocida por su excelencia, debe responder y explicar la situación”.
¿Si queda presidente, cuál sería su estrategia para internacionalizar las ciudades?
“Medellín es el mejor ejemplo de la transformación que podemos lograr. Abrimos la ciudad, devolvimos la confianza y promovimos la inversión extranjera. Diseñaremos agendas de comercio exterior, según las vocaciones de cada ciudad. El desarrollo de centros de exposición y convenciones, las macrorruedas de comercio y el impulso de marcas son estrategias que contribuirán con esa internacionalización”.
¿Cómo insertaría a Colombia en los mercados de Asia?
“Nos vamos a enfocar en lograr mayor acceso al mercado asiático de los productos y servicios que surjan de los esfuerzos en la agenda de desarrollo productivo. Implementaremos un instrumento de apoyo a los pioneros exportadores de productos que el país no haya exportado anteriormente. Escalaremos los esfuerzos de admisibilidad en materia sanitaria y fitosanitaria y de normas técnicas, aprovechando la alta demanda de productos agropecuarios en esta región. Finalmente, para poder insertarnos en las cadenas globales, tenemos que empezar a producir productos con mayor valor agregado, y esto solo se logra con educación”.
¿Cómo serían las relaciones suyas con el presidente con Nicolás Maduro, quien se hará reelegir el próximo domingo?
“Nicolás Maduro lidera una dictadura del siglo XXI y es el responsable del drama que vive Venezuela, que tiene ahora a miles de sus ciudadanos en Colombia, rebuscando un futuro mejor. Bajo esa premisa me relacionaré con el régimen, convocando siempre a la comunidad internacional y sin caer en la más nefasta de las tentaciones que es la de llevar un mensaje de xenofobia en nuestro país”.
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En estos momentos no hay muchos días en familia. Básicamente estoy en función de la campaña y, cuando estoy en casa, suelo estar revisando documentos y propuestas. Guardo algunos espacios para descansar, conversar, compartir el desayuno y estar con una gran amiga, mi bicicleta. Y, eso sí, trato de no perderme ningún partido del Medellín.
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¿Qué actividad no ha podido hacer o realiza poco ahora que es candidato?
“Lamentablemente, he tenido poco tiempo para montar en bicicleta, ya que casi nunca estoy en casa. Me hace una falta tremenda, es mi psicóloga. Tampoco he podido volver a cine los domingos, que me gusta mucho”. (En su casa el exgobernador tiene una bicicleta estática, conectada a un computador que simula rutas).
¿Le gustaría que sus dos hijos se metieran en política? ¿Es cierto que su hijo interrumpió estudios doctorales para apoyarlo?
“Yo quiero que mis hijos sean felices y puedan tener una carrera profesional exitosa. Tuve un gran privilegio, mis padres me permitieron estudiar lo que quise —matemáticas— una carrera que muy poca gente escogía. Así que sigo ese ejemplo. Ambos son muy inclinados a la docencia como su madre y yo. Efectivamente, Alejandro interrumpió su doctorado el año pasado para apoyarnos en temas estratégicos”.
¿Cómo reacciona ante los memes? ¿Alguno le ha sacado de casillas? ¿Cuál le ha sacado una carcajada?
“Los memes han sido el elemento divertido de estas elecciones. Me los mandan todos mis amigos. Por supuesto que no me sacan de casillas, el último que me hizo reír fue uno que hizo una cuenta en Twitter, El Crespo, donde me comparaban con Maluma, el pretty boy. De todo se ve en la viña del señor”.
¿Por qué cree que cayó al tercer lugar en la intención de voto en todas las encuestas?
“En todas las encuestas está demostrado el reconocimiento a los 18 años de nuestro trabajo en la política, que ha sido coherente en un mundo que muchas veces es oscuro: mi nombre está asociado con la mejor favorabilidad y la menor imagen negativa. Eso resulta de haber construido una relación de confianza con la mayoría de los colombianos. Por eso mismo, es que podemos ganar en la segunda vuelta. Ahora, lo que pasó en términos del puesto en una encuesta es bastante obvio. Dos candidaturas, las de los extremos, participaron en un proceso de consulta, arreciaron en publicidad y, naturalmente, recortaron distancia. Ahora somos nosotros los que estamos subiendo. Las encuestas mostraban el mismo patrón en Medellín, cuando ganamos ampliamente. Vamos a pasar a segunda vuelta, no tengo duda”.
¿Cuándo usted dice que los “extremos” no le convienen al país, no está también haciendo uso del miedo que critica?
“No. Nosotros no generamos miedo, jamás verá agresiones en un acto nuestro y, también debo decirlo, los simpatizantes de otras campañas nos tratan, salvo una o dos excepciones, con gran respeto en las calles. Ahora, estoy convencido que Duque y Petro aseguran un camino de cuatro años más de rabias y polarización. No creo que eso le convenga al país”.
¿Cree que estaría mejor en las encuestas si hubiera aceptado participar en una consulta con Petro y De la Calle en marzo, como ambos se lo propusieron?
“Siempre estoy concentrado en el presente. Analizando de para atrás, todos son genios. Valga aclarar que no hacemos política para las encuestas. Construimos la Coalición Colombia, que es un proyecto bien distinto al de Petro”.
Algunos analistas dicen que usted desconoce temas gruesos del Estado, y que su propuesta discursiva abusa de su paso por la Alcaldía y la Gobernación.
“Haber sido alcalde y gobernador son experiencias muy enriquecedoras para ser presidente. Es esa experiencia la que me permitirá relacionarme con los gobernantes locales durante mi período, entenderé muy bien los retos a los que se enfrentan. No creo que haber estado en un recinto del Senado un par de años o en algún puesto en el exterior estén siquiera cerca de la exigencia de gobernar a Medellín o Antioquia. El próximo gobierno enfrentará una situación difícil, no es ese lugar para aprender a gobernar”.
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He sido respetuoso de la participación de la Iglesia Católica en el proceso de paz en Colombia, y si la Iglesia dice que es una condición humanitaria la respetamos. Ahora, debe evaluarse con todo el rigor la situación de Santrich para que su proceso judicial pueda avanzar.
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Las demandas contra la Nación llegan a los 330 billones de pesos. ¿Qué medidas propone para controlar el desangre al fisco?
“Priorizaremos la intervención jurídica con eficiencia, seleccionando los procesos que tienen mayor probabilidad de éxito y que pueden significar más ahorro en caso de condena. Aumentaremos la resolución alternativa de los conflictos para evitar el desgaste que implica la vía judicial. Por último, vamos a evitar el litigio mediante la prevención de las faltas. Dentro de las demandas con más altas pretensiones se encuentran las referidas a errores de información en documentos públicos y a privación injusta de la libertad”.
¿Respaldaría el referendo de cadena perpetua para violadores y asesinos de niños?
“No impulsaremos reformas que tengan como objetivo instaurar la cadena perpetua o la pena de muerte. La solución a muchos de esos delitos no es al aumento de penas. Lo que se necesita es una mayor eficacia del sistema judicial”.
¿Todo el sistema de salud es perverso o existen cosas rescatables? ¿Cuáles?
“EPS que no esté funcionando se cierra. Eso es muy distinto a quiénes prometen arrasar con todo . Se necesita una reforma que privilegie la salud como derecho fundamental. Debe partir de un pacto social entre los actores del sistema y la sociedad y de un diseño adecuado e inteligente de incentivos. El objetivo será consolidar un modelo eficiente, solidario y equitativo, sin corrupción, que trabaje en la prevención, garantice la calidad asistencial, racionalice el gasto y busque soluciones costo-efectivas”.
Hace unos días, en una entrevista radial, reconoció que no sabía por qué salían a paro los maestros. ¿Le toco estudiar el tema? ¿Alguna de esas demandas es inviable?
“Lo que hoy reclaman los maestros y sus organizaciones sindicales es justo. Vamos a asegurar un incremento del 10 % anual a los recursos del sector educación, empezando en 37 billones y llegando a 55 billones en 2022. Revisaremos el sistema de salud de los docentes que no es de buena calidad, es muy costoso, y no es eficiente ni transparente. Necesitamos unificar los estatutos docentes”.
¿Cuánto tiempo le daría al Eln para que le de gestos de voluntad de paz?
“Queremos un acuerdo con el Eln, pero la negociación debe iniciar con muestras reales de su voluntad de paz. En nuestro gobierno la negociación tendrá un plazo máximo de un año, y realizaremos una pedagogía constante sobre los logros. Mientras no haya avances el Eln debe ser enfrentando
¿Usted le daría a Juan Manuel Santos algún cargo en su gobierno?
“No”.