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De cara a 2022, el Polo Democrático Alternativo –uno de los partidos más importantes de la izquierda en el país– tendrá una preocupación adicional a la de impulsar las candidaturas de sus miembros a los cargos públicos: deberá hallar la fórmula para subsistir más allá de las elecciones.
La escisión del sector liderado por el senador Jorge Robledo significaría una diminución en votos para esa colectividad. Robledo fue el senador más votado del Polo en varios años, sacando 191.910 votos en 2014 y 226.099 en 2018.
No obstante, la salida de ese sector, que se reunió desde el 20 de octubre de 2020 en el ahora llamado Partido Dignidad, le dio la oportunidad al Polo Democrático de acercarse al senador Gustavo Petro, quien estuvo en sus filas entre 2006 y 2010, para forjar alianzas y hacer frente a la oposición para encarar las elecciones de 2022. Por eso, cuando en febrero se anunció el llamado Pacto Histórico, miembros del Polo, como el senador Iván Cepeda, estuvieron en la foto.
El próximo fin de semana, el Polo realizaría su V Congreso. Encuentro en el que, de manera virtual por la pandemia, se definiría la hoja de ruta de dicha colectividad.
Sin embargo, ante la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de autorizar que las organizaciones políticas tuvieran plazo hasta diciembre para realizar convenciones y congresos internos, el Comité Ejecutivo de dicho partido decidió aplazar este encuentro, sin definir la fecha.
Aunque no se realice todavía el mencionado congreso, desde hace varios meses el mismo partido ha manifestado la necesidad de asegurar el porvenir de la colectividad.
Como se mencionó, la salida de Robledo, más allá de las rencillas políticas, tendrá un impacto en los comicios de 2022.
Junto con Robledo se fueron otros importantes electores como Leonidas Gómez –quien fue elegido senador, con 84.821 votos, y renunció a la curul para ser candidato a la gobernación de Santander– y el representante a la Cámara por Antioquia Jorge Alberto Gómez, quien ese año sacó 29.104 votos, un buen caudal de sufragios en un departamento en el que según lo verificado en las últimas elecciones al Congreso por la Registraduría, la mayoría de votos fueron obtenidos por el Centro Democrático, el partido Liberal y el partido Conservador, en ese orden.
Bajo la anterior perspectiva, y hablando del Senado, según la Registraduría, el umbral para el 2022 será de aproximadamente 490 mil votos. Esa la cantidad mínima que debe sacar un partido político para asegurar su personería jurídica.
Si se suman los votos que obtuvo el partido, incluyendo los de los candidatos que quedaron con una curul –Iván Cepeda (77.842), Alberto Castilla (27.744), Wilson Arias (15.279) y Alexander López (84.229 y de quien no se sabe si continuará o no en su curul, pues ya dijo que quiere ser candidato presidencial), la cifra es de 425.447 votos, lo que les llevaría a perder la representatividad.
No obstante, estos resultados obtenidos en los comicios de 2018, no son garantía de que ocurrirá lo mismo en 2022. Para Carlos Andrés Arias, docente de la Universidad Externado y analista político, el Polo se enfrenta a otra difícil realidad: “Como partido se ha debilitado por la fuerza de la Colombia Humana y la figura de Petro”. Es decir, con los últimos acontecimientos en Colombia, Gustavo Petro suena con más fuerza para las presidenciales, robándole protagonismo al Polo para los comicios.
El analista agrega que generar una alianza con ese sector, significaría un “aumento de su participación y ascendencia entre los votantes con miras a las elecciones uninominales, es decir, no solo creo que se fortalecerá dentro de un bloque de poder para el Congreso, sino que aumentará la presión en un candidato que provenga de la izquierda”.
Y esa es la solución que arpueban, desde el Polo.
Desde ya, se prevé que la campaña electoral estará marcada por las alianzas. Se ve con la Coalición de la Esperanza, con los exmandatarios locales que están dialogando y con el mencionado Pacto Histórico que recoge las banderas de el Polo, la Unión Patriótica, el Movimiento Alternativo Indígena y Social y Colombia Humana.
En ese sentido, el senador Iván Cepeda, en diálogo con EL COLOMBIANO, recuerda que “el Polo ya tomó la decisión de hacer parte del Pacto Histórico”, y con este argumento, descarta el problema del umbral: “Una de las primeras determinaciones es que iremos con una lista de coalición, entonces desaparece esa preocupación”.
En marzo, Alexander López –quien según Cepeda presentará en las próximas semanas su candidatura y su programa de gobierno– insistió también en la necesidad de que crear estas alianzas para llegar al poder.
“El año 2022 será clave, y sobre esa línea buscamos cómo unir a los colombianos y por eso hemos dicho que avanzaremos en el Pacto Histórico, organizando todos esos sectores sociales y políticos que le apuestan a esa alianza y preparándonos para lo que significan las elecciones de Congreso y las Presidenciales”.
Adicional a la apuesta de aliarse para asegurar su existencia, el Polo Democrático ha definido otra: capitalizar los votos de distintos sectores sociales.
“Estamos pensando en el futuro, cómo vincular a la juventud a nuestro movimiento, que es de izquierda. Vamos a llegarle a la gente, a los votos”, dice el representante a la Cámara, Carlos Germán Navas Talero, quien a la pregunta de si la salida de Robledo y otros del Polo afectaría esa aspiración, responde: “como en los almanaques, el pasado es pasado”.
Sobre la manera en la que buscarán lograrlo, explica que “en las calles, con el contacto personal, por todos los medios posibles y trabajando también al interior del Pacto Histórico para impulsarlo”.
Cepeda, en la misma línea de Navas, agrega: “hay corrientes nuevas que representan a sectores juveniles y feministas, que provienen de la movilización social, y el Polo presentará una nómina de candidatos que traerá sangre nueva, figuras que nos parece atractivas para cautivar el voto de opinión”.
“Parte de la renovación que hemos señalado como uno de los objetivos prioritarios del V Congreso del Polo es, precisamente, lograr nuevos rostros junto a los más veteranos”, insiste, para confirmar que el año entrante buscará mantenerse en su curul.
Si ese plan tendrá o no resultados, solo se sabrá en la noche del 13 de marzo de 2022. Sin embargo, sobre esa meta –que en el Pacto Histórico se ha dicho que es las mayorías legislativas–, Carlos Andrés Arias considera que “en las elecciones presidenciales puede tener fuerza, pero para el Congreso es insignificante en términos de peso electoral, que le seguirá perteneciendo a las estructuras de partidos en regiones y a los personalismos políticos que las representen, independientemente del partido”.
En todo caso, de cara a las próximas elecciones –tanto del Congreso como presidenciales–, el Polo Democrático seguirá buscando estrategias que le permitan asegurar su existencia por un cuatrenio más
Periodista de la UPB y especialista en Creación Narrativa de la Universidad Central (Bogotá). Escribo.