En medio de la tensión por los recientes ataques contra funcionarios del Inpec, Andrés Felipe Marín, conocido como alias Pipe Tuluá, envió una carta a varios altos funcionarios del Gobierno en la que ofrece su disposición para mediar y contribuir a la disminución de la violencia en el sistema penitenciario.
La comunicación, dirigida a los ministros de Justicia y del Interior, Eduardo Montealegre y Armando Benedetti; al director de Inteligencia, Jorge Lemus; y al alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, expresa que es “plenamente consciente de la actual situación de grave preocupación nacional generada por los recientes y lamentables hechos de violencia que han cobrado la vida de miembros del Cuerpo de Custodia y Vigilancia del Inpec”.
En el documento, Marín manifiesta que está dispuesto a “gestionar de manera inmediata mi influencia y capacidad de interlocución para que cese de forma definitiva cualquier acción violenta o hecho delictivo que pueda afectar la vida e integridad de los funcionarios del Estado”.
También afirma que ha venido “redoblando los esfuerzos para que otras organizaciones criminales se sumen a un llamado de paz” y que su intención es “facilitar y promover la articulación de otros actores armados con la intención genuina de desescalar la confrontación”.
En otro aparte, solicita al Gobierno que su carta sea interpretada como una muestra de su voluntad de participar en una eventual salida negociada. “Solicito al Gobierno Nacional que interprete esta misiva como una prueba fehaciente de mi deseo de pasar la página de la violencia y encontrar, a través de la negociación, una salida política y humana al conflicto”.
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El líder criminal agrega que busca “asumir una gestoría oficializada” que permita consolidar la tranquilidad en el Valle del Cauca.
Hasta el momento, las autoridades no se han pronunciado sobre el contenido de la carta ni sobre la propuesta de Marín.
Lo paradójico es que según versiones extraoficiales ‘Pipe Tuluá’ sería uno de los cerebros detrás de la ola de violencia contra los guardianes del Inpec.
La hipótesis más fuerte sostiene que estas acciones buscan desestabilizar al sistema carcelario y frenar traslados de internos clave. En el caso de “Pipe Tuluá”, se sospecha que intenta evitar su traslado a La Modelo, luego de haber sido retirado de La Picota, donde, según las investigaciones, continuaba delinquiendo.
Bloque de preguntas y respuestas
- ¿Qué está proponiendo Pipe Tuluá con esta mediación?
- Que sea reconocido como interlocutor para negociar con autoridades penitenciarias frente a los ataques al Inpec.
- ¿Cuáles hechos lo vinculan con esos ataques?
- Informes de inteligencia lo acusan de coordinar pagos a sicarios para agresiones contra guardianes del Inpec.