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El primero de muchos de los enfrentamientos que se darán en los próximos cuatro años en el Capitolio entre petrismo y uribismo, que tienten tanto de ideológico como de político, se registró en la plenaria del Senado que se desarrolló en la tarde del martes y pasó desapercibido en la agenda nacional.
Los que pasaron por el ring fueron los partidos Pacto Histórico, Alianza verde y Centro Democrático, tuvieron una dura controversia por el informe que le entregó al Congreso la Comisión de la Verdad sobre las cinco décadas de guerra que sufrió el país.
El documento, presentado por el propio director de la Comisión, padre Francisco de Roux, recogió un resumen del informe y tiene como fin que el Congreso lo tenga como base, entre otras cosas, para delinear la llamada “paz total” que quiere implementar la administración de Gustavo Petro.
De Roux les dijo: “La responsabilidad de ustedes es legislar para que se hagan las leyes que se necesitan para hacer los cambios de fondo para que la paz sea posible, espero eso de este Congreso y luego que con su capacidad sean veedores, miren que se ejecuten estas recomendaciones”.
Y, tras su intervención, se desató Troya en la plenaria. La senadora opositora Paloma Valencia, del uribista Centro Democrático, fustigó el informe y advirtió que no recoge todas las versiones de la historia.
La opositora también sostuvo que se pretende imponer este informe a los menores de edad colombianos en los colegios como, según sus palabras, la gran verdad cuando no corresponde, dijo, a la realidad. Planteó, además, que “el informe es una versión de la izquierda que quiere igualar al Estado en sus fuerzas con los grupos ilegales y terminan en cierta manera legitimando la lucha armada en el país”.
Su postura fue rechazada de inmediato por el senador de Ariel Ávila, quien sostuvo que “no se puede tener miedo a la verdad y es sensato que se presente a los colegios no es adoctrinamiento, es el saldo pedagógico, no es ideología”. Planteó que este informe de la Comisión de la Verdad ha mostrado que hay sectores políticos que le tiene miedo a la verdad, “eso no significa que nosotros que hemos luchado por la verdad no la podamos escuchar”.
El senador consideró, además, que el trabajo del padre De Roux y los comisionados no se dio por un capricho, sino porque son fundamentales para conocer la verdad de los autores de la violencia en el país.
Esta postura la respaldó la senadora oficialista María José Pizarro. Dijo que lo importante del informe es que es un relato colectivo de todos los sectores, por lo que se apartó de la idea que se hizo es para manipular a los colombianos, en especial a los estudiantes al socializar el informe en los colegios.
Pero, al ver que no habí aotras voces apoyando a Valencia, desde la oposición habló en su respaldo la senadora María Fernanda Cabal, también del Centro Democrático, quien fue más directa contra De Roux.
“Yo no tengo por qué felicitar al cura de Roux”, precisó. Y planteó que en la selección de los comisionados no se escogió a ninguna de las víctimas de las Farc, como tampoco se incluyó un capítulo referente a esa situación.
Así las cosas, quedó demostrado que esta pelea a penas comienza y tendrá varios capítulos en el Legislativo.