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Murió Fabiola Lalinde, la mujer de la Operación Sirirí y símbolo de búsqueda de desaparecidos
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En el año 2001, Fabiola le exigió al Estado colombiano ser reparada por la desaparición de su hijo. En 2013, y gracias a un fallo de la CIDH, el Estado la reconoció como víctima. FOTO: Hacemos Memoria.Org
12 de marzo de 2022
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A Fabiola Lalinde la vida le alcanzó para buscar a su hijo y encontrarlo. El 2 de octubre de 1984, su hijo Luis Fernando Lalinde Lalinde, un militante del partido comunista, salió de su casa, y nunca regresó. Fue desaparecido por las Fuerzas Militares cuando viajaba a la vereda Verdún, en el municipio de Jardín (Antioquia).
Desde ese día, Lalinde inició la búsqueda de Fernando hasta que logró dar con sus restos el 4 de mayo de 1992. Cuatro años después, en noviembre de 1996, le confirmaron que los restos hallados eran los de su hijo.
En la noche de este sábado, tras años de búsqueda y luego de convertirse en un símbolo con la Operación Sirirí (así llamó a su esfuerzo incansable por buscar a su hijo desaparecido), falleció en Medellín.
Familiares contaron a EL COLOMBIANO que doña Fabiola murió en la Clínica León XIII, donde estaba internada desde hace tres días luego de tener un accidente cerebro-vascular. Tenía 84 años de edad.
Ayudó a otros con su dolor
Cuatro años después de la exhumación de los restos de su hijo, Fabiola Lalinde tomó como propios los dolores de miles de mujeres que como ella padecieron el flagelo de la desaparición forzada y se dedicó a acompañarlas, a aconsejarlas, y realizó ese trabajo por muchos años.
“Resulta que tengo una experiencia que no la puedo llevar a la otra vida. Fueron más de doce años de búsqueda. Un día me pidieron las madres de los soldados desaparecidos que si podían utilizar el nombre de “Operación cirirí”. Les respondí, claro que sí. Pues es patrimonio de la humanidad porque lo conseguido ha sido a base de solidaridad”, dijo alguna vez doña Fabiola en un homenaje que le hicieron en el Centro Nacional de Memoria Histórica.
Esa operación Sirirí (o Cirirí como ella la denomina en sus textos), fue una operación en la que Lalinde, y otras mujeres que siguieron su ejemplo después, cuestionaron a los victimarios y responsables de la desaparición de sus seres queridos.
Su lucha incansable llevó a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenara por primera vez en la historia al Estado colombiano por la desaparición de Luis Fernando, reconociéndolo a su vez como la primera víctima de desaparición forzada en Colombia.
Todo el proceso de búsqueda y todo lo que vivió, Fabiola lo escribió en memorias que en 2018 fueron entregadas por ella misma a la Universidad Nacional y que se guardan en la sede de Medellín. “Quiero que este testimonio de nuestras búsquedas por la verdad, la solidaridad, el respeto y la dignidad sea un patrimonio de la gente colombiana al servicio de toda la humanidad”, dijo Lalinde el día que donó sus archivos a la Universidad.
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