A la media noche de hoy vencerá el cese el fuego bilateral que mantienen el Gobierno y el Eln desde el 1 de octubre de 2017, que ha salvado ya, según calcula el gestor de paz Carlos Arturo Velandia, 95 vidas en solo 100 días y evitado que 421 personas resultaran heridas. El cálculo, según explicó, sale de las tasas de letalidad que ha habido históricamente en la confrontación armada.
Hoy mismo la mesa de diálogos retomará sus conversaciones y el mandato con el que van los nuevos negociadores del Gobierno es acordar unas nuevas medidas que permitan prorrogar el cese por más tiempo. Sin embargo, esa no será una tarea fácil.
“Es curioso que esta vez sea el Gobierno el que se muestre interesado en sostener el cese el fuego, cuando al principio de los diálogos era el Eln el que lo pedía”, asegura Víctor de Currea Lugo, docente de la Universidad Nacional. Es de recordar que “Pablo Beltrán”, jefe de la delegación del Eln insistía desde febrero del año pasado en negociar un cese el fuego, mientras el Gobierno quería negociar en medio del conflicto, para evitar que se fortelecieran.
Esto porque entre las partes quien tiene una posición más radical es el Eln, al considerar que el Mecanismo de Veeduría y Verificación (conformado por la Misión de la ONU, la Iglesia Católica y las partes en la mesa), es controlado por el Gobierno; que el Ejecutivo incumple en su compromiso por proteger a los líderes sociales y en los alivios para los guerrilleros presos, según explicó Luis Eduardo Celis, asesor en posconflicto de la Redprodepaz.