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“Firu” y “Nelson” heredan el poder del ELN y las disidencias en Antioquia
Según Inteligencia Militar, son los principales candidatos para heredar las comandancias del frente 36 de las Farc y del frente de guerra Darío Ramírez del ELN.
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A la izquierda, Carlos Agudelo (“Nelson”), cabecilla del frente de guerra Darío Ramírez del ELN; en círculo, “Pirry”. A la derecha, Édgar Orrego (“Firu”), cabecilla de disidencia del frente 36; en el círculo, “Cabuyo”. FOTOS: CORTESÍA
Las muertes de “Pirry” y “Cabuyo”, ocurridas en el lapso de apenas una semana, produjeron un revolcón en la jefatura de las estructuras guerrilleras de Antioquia.
Tal cual ha informando EL COLOMBIANO, el primero en caer fue Felipe Alcocer Alvarino (“Pirry”), comandante del frente de guerra Darío Ramírez Castro del ELN (FGDRC) y miembro de la Dirección Nacional de esa organización.
El pasado 3 de junio, la Fuerza Pública asaltó su campamento en la vereda La Honda, en Morales, Bolívar. En medio de la balacera, trató de escapar y pisó un campo minado, sembrado previamente por sus propios hombres.
El ELN confirmó su muerte en un comunicado, aunque diciendo que se inmoló con una granada para no ser detenido.
En todo caso, sus restos fueron identificados en Medicina Legal y se produjo un relevo en el frente. Según fuentes de Inteligencia, el candidato para heredar su jefatura es Carlos Alonso Agudelo Gómez (“Nelson” o “el Calvo”).
Hasta ahora, este subversivo de 42 años se desempeñaba como cabecilla en la subregión del Bajo Cauca. Al asumir el nuevo encargo en el FGDRC, tendrá a sus órdenes una fuerza subversiva de 400 integrantes, divididos en seis frentes, tres compañías móviles y una célula urbana con injerencia en el sur de Bolívar, Magdalena Medio, Nordeste y Norte de Antioquia.
“Nelson” nació en el municipio de Campamento e ingresó al ELN a los 17 años, según Inteligencia. Trabajó en áreas urbanas y en Anorí. Se le atribuyen ataques contra la Fuerza Pública y la comunidad; cobro de extorsiones a comerciantes, mineros y transportadores; y narcotráfico.
Lazos de sangre
El segundo relevo se dio en la disidencia del frente 36 de las Farc, que delinque en el Norte y el Nordeste antioqueño, con cerca de 100 integrantes (entre combatientes y auxiliadores).
Su jefe, Ricardo Abel Ayala Orrego (“Cabuyo”) fue dado de baja por el Ejército el pasado 10 de junio en Barbosa. Los investigadores creen que el sucesor será su primo Édgar de Jesús Orrego Arango, alias “Firu” o “Leo”, de 37 años, quien se venía desempeñando como subcomandante.
Fue uno de los desmovilizados de las Farc luego del Acuerdo de Paz. Guardó las apariencias hasta julio de 2017, cuando abandonó el espacio territorial de La Plancha (Anorí) para unirse a “Cabuyo”.
Usa prótesis en una pierna, pero eso no le ha impedido atormentar a las comunidades con homicidios, extorsiones, secuestros y desplazamientos.
El FGDRC y el frente 36 tienen una alianza para actividades de narcotráfico y combatir a un enemigo común: el Clan del Golfo. De hecho, “Nelson” y “Firu” ya han sido compinches en el crimen. Los investigadores que les siguen la pista contaron que en junio de 2021 se reunieron, junto a otros cabecillas, en una finca del municipio de Angostura.
Allí se acordaron varias acciones ilegales, entre ellas un ataque combinado entre ambos grupos contra el peaje de Llanos de Cuivá, en Yarumal, el 24 de junio. Ese día destruyeron las casetas de cobro, robaron el dinero recaudado y dejaron una bandera del ELN.
El administrador del peaje, Luis Álvarez, murió por las quemaduras cuando incendiaron la caseta con él adentro.
Ahora que “Nelson” y “Firu” serán los mandamases, ¿qué otras atrocidades cometerán juntos?
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