Leonidas Bustos, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, fue vinculado a la investigación por corrupción en el escándalo conocido como el Cartel de la Toga. Tras ser implicado en el caso, su paradero fue un misterio, cambió de residencia, dejando en el aire su ubicación.
Sin embargo, este lunes reapareció en su juicio ante la Corte Suprema. De manera virtual, aseguró que actualmente reside en Canadá, a donde, según él, se vio obligado a huir debido a amenazas en su contra.
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”Tuve que salir precipitadamente del país porque fui objeto de agresiones físicas. Una de esas últimas amenazas, casi que se atentó contra mi vida”, expresó Bustos, quien también detalló que presentó las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General de la Nación.
Durante la diligencia, detalló que reside en Ottawa, Canadá, desde hace algún tiempo con sus dos hijas y dos nietos. Reiteró que debido a agresiones físicas y amenazas de muerte recibidas en Colombia, se vio obligado a abandonar el país.
Bustos, quien enfrenta cargos por tráfico de influencias y cohecho, se refirió en concreto a un episodio por el que la justicia le pide explicaciones: la supuesta recepción de un reloj Cartier como soborno para influir en las decisiones de ese alto tribunal cuando era magistrado.
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Al respecto, Bustos aseguró que nunca recibió el reloj, como lo declaró el exfiscal Luis Gustavo Moreno.
De acuerdo con su testimonio, el reloj Cartier ‘Ballon Bleu’, señalado como un pago por su intervención en casos judiciales a favor de políticos como Álvaro Ashton y Musa Besaile, nunca le fue entregado.
”No me dio el doctor Moreno ninguna clase de reloj, no me dio relojes, ni ese en específico”, dijo Bustos. Además, detalló que se enteró de la historia del reloj tras escuchar las declaraciones de Moreno, quien mencionó la entrega del reloj en 2017.
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Subrayó que en ninguna de las siete declaraciones previas de Moreno, hasta abril de 2018, se mencionó dicho reloj.
Bustos narró episodios con Moreno, como un encuentro en diciembre de 2014 durante una cena en Miami (EE. UU.), donde el exfiscal anticorrupción se presentó de forma inesperada.
Explicó que en ese encuentro se habló de temas personales y de salud, pero aseguró no haber tenido más contacto con Moreno después de ese evento. Asimismo, añadió que, con el tiempo, se enteró de que Moreno había infiltrado su equipo de seguridad, en particular a un agente de Policía identificado como Wilson Fonseca, quien formaba parte de su esquema de escoltas.
El exmagistrado también habló sobre su situación económica. Indicó que actualmente depende de su pensión, que asciende a $10 millones mensuales y que perdió su apartamento debido a embargos bancarios.
”En este momento todos los bienes de mi fortuna caben en una maleta”, indicó Bustos, quien agregó que aún tiene deudas pendientes con el Banco BBVA y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), que ascienden a $1.500 millones.
