Aunque el país pasó la página de las elecciones regionales hace dos semanas, el presidente Gustavo Petro no lo ha hecho. En el transcurso de estos 14 días, el mandatario ha mantenido latente la confrontación política al encasillar a los gobernadores recién elegidos entre aliados, independientes y opositores, y demostró que le dará un trato preferencial a quienes considera que son de su línea.
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Así lo dejó en evidencia con su decisión de reunirse el martes pasado en la Casa de Nariño con solo 15 de los gobernadores electos –a los que considera ‘gobiernistas’– para luego dejar plantados (no confirmó la asistencia) el jueves a los 32 mandatarios departamentales entrantes y los 32 salientes, que lo invitaron a la clausura de la cumbre de la Federación Nacional de Departamentos (FND) en Santa Marta.
Ese diálogo selectivo y excluyente le costó a Petro múltiples fricciones, pero las críticas no lo hicieron cambiar de decisión y, en su lugar, siguió insistiendo en la victoria de sus fuerzas políticas. El mismo día que dejó la silla vacía en Santa Marta, el mandatario celebró la victoria en las urnas de quienes asegura que respaldaron su aspiración presidencial en 2022 y anunció que ahora se reunirá con los gobernadores ‘independientes’.
“Tres progresistas consolidan sus victorias en el departamento de Arauca (Renson Martínez Prada), Amazonas (Óscar Sánchez Guerrero) y la alcaldía de Santa Marta (Jorge Agudelo). La coalición de primera vuelta presidencial ganó 15 departamentos, con cuyos gobernadores hicimos reunión de planificación de trabajo. Citamos segunda reunión con gobernadores independientes”, expuso Petro.
Se embolató el ‘diálogo nacional’
El representante David Racero, quien fue una de las caras más visibles de la campaña del Pacto Histórico, le aseguró a este diario que la “disputa política” sería solo hasta el domingo 29 de octubre y de ahí para adelante, según él, habría total entendimiento entre el presidente Petro y los mandatarios electos. Pero, a la fecha, no ha ocurrido ni lo uno ni lo otro.
Una vez concluidos los comicios, el presidente dejó claro su interés de cobrar en los resultados electorales. Ese mismo domingo defendió que siete gobernaciones habían quedado en manos de su coalición de gobierno para maquillar la derrota y con el paso de los días aumentó la cifra a 15, llegando incluso al punto de publicar un mapa para diferenciar entre aliados, independientes y opositores.
A la polémica cita en Palacio, que duró casi tres horas, asistieron 14 de los 15 gobernadores ‘preferidos’ por el presidente. Y según los asistentes, no fue una reunión sectaria para conformar un bloque de ‘gobernadores petristas’, sino una conversación para expresar las necesidades de cada región y Petro les propuso articular sus planes de gobierno con el Plan Nacional de Desarrollo.
En ese sentido, la consejera presidencial para las Regiones, Sandra Ortiz, planteó que el jefe de Estado no pretendía excluir a ningún mandatario departamental y que, por el contrario, buscará “acercarlos a todos para trabajar en equipo”. No obstante, más allá de las intenciones, es un hecho que 17 gobernadores electos fueron excluidos de ese primer acercamiento con Petro, lo que desató molestia e incomodidad.
Uno de los que más reparos le hizo al encuentro fue el gobernador del Quindío y presidente de la FND, Roberto Jairo Jaramillo, quien cuestionó que se esté hablando de gobernadores ‘amigos’ del presidente. “Hemos tenido una interlocución fallida con el máximo gobernante (Petro) en el último año y no queremos que esto siga pasando”, expuso.
A esta voz de inconformismo se sumó la del gobernador del Tolima, Ricardo Orozco Valero, quien señaló que el jefe de Estado fue selectivo para atender a los gobernadores salientes y, según él, dejó en el olvido a varios departamentos. “Creo que nunca hubo relación porque nunca nos atendieron. Lo que hubo fue un Gobierno aislado y unos gobernadores aclamando”, dijo.
Estas críticas no cayeron nada bien para la consejera Ortiz, quien respondió que no está de acuerdo con que la reunión con los gobernadores afines al Gobierno se convierta en un ‘show’ mediático. “A mí me interesa que esto fluya, que haya buena energía, que el otro año todos los gobernadores trabajen en equipo sin importar color político, ni tendencia”, defendió la consejera.
Piden más atención a regiones
En un intento por calmar el ambiente de inconformismo y zanjar las divisiones, el gobernador electo del Atlántico, Eduardo Verano, quien asumió la vocería de los gobernadores electos, planteó que el presidente está en libertad de convocar a los mandatarios recién elegidos por grupos, pero le pidió que garantice un diálogo sin exclusiones. Además, reiteró su interés por apostarle a una mayor autonomía fiscal de los departamentos.
“El presidente Gustavo Petro quiso tener un gesto con quienes acompañaron su aspiración a la Casa de Nariño y está en libertad de hacerlo. Nuestro interés es que se dé la mayor colaboración entre el Gobierno Nacional y los gobiernos locales. Hay que construir un proceso de unidad y de trabajo colaborativo entre todos los entes gubernamentales del país”, afirmó Verano en diálogo con este diario.
Ya sea en grupos o en reuniones amplias, según Verano, los gobernadores electos están interesados en reunirse con el jefe de Estado para exponerle las necesidades y las carencias que tiene cada departamento, ya que defenderán que todas las regiones, sin excepción alguna, demandan una mayor inversión estatal así como armonía institucional.
“Nuestro país es centralizado, el 85 % de los recursos estatales los maneja la Nación directamente, por eso es necesario el entendimiento entre el gobierno central y los gobiernos locales”, apuntó el gobernador electo del Atlántico.
Por lo pronto, el presidente se mantiene enfocado en mostrar cómo quedó definido el mapa electoral del país diferenciando entre gobernantes adeptos y detractores. Pero si no deja a un lado ese discurso de confrontación, va a generar un desgaste con los nuevos mandatarios regionales, como ocurrió con algunos salientes, que podría costarle la continuidad a su proyecto político en las elecciones de 2026, en las que parece que tiene la mira puesta tras la derrota que sufrieron la mayoría de sus aspirantes el 29 de octubre.
Focos para los departamentos
Detrás de esta búsqueda de entendimiento institucional hay un interés particular de cada mandatario departamental por lograr el respaldo del Gobierno para sacar adelante proyectos claves de infraestructura, sin importar el color político que cada uno de los gobernadores electos tuvo durante la campaña pasada.
En el caso de Antioquia hay proyectos claves que demandan atención del gobierno Petro como la ampliación del aeropuerto internacional José María Córdova y la construcción de su segunda pista; la construcción del Tren del Río; así como la conclusión de las vías 4G, que la Casa de Nariño dejó claro que no financiará.
En el Valle del Cauca se espera que desde Bogotá acompañen la intervención del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, así como otros proyectos como el tren de cercanías para conectar a los municipios de Cali, Palmira y Jamundí; al igual que la profundización del dragado de Buenaventura.
Además, en el Caribe se espera el respaldo para la modernización del Aeropuerto Ernesto Cortissoz; además de las obras de recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena. Mientras que en el Meta requieren de $1,7 billones para atender los 53 puntos críticos de la vía al Llano.
Por lo pronto, en el diálogo privado con los 15 gobernadores electos que son de su línea, el presidente Petro manifestó que está interesado en acompañar iniciativas que estén enfocadas en la transición energética, la construcción de nueva infraestructura educativa y la puesta en marcha de proyectos sociales que se integren con la política de “paz total”.
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“No hay interés en conflictos con el presidente”: Eduardo Verano
¿Qué se logró en la cumbre de gobernadores realizada en Santa Marta?
“Fue una actividad muy valiosa para el entendimiento de los gobernadores salientes y entrantes. Además, recibimos una capacitación especializada sobre los nuevos sistemas de contratación y la responsabilidad que tenemos los nuevos gobernantes regionales al respecto”.
El presidente no asistió, ¿que esperan que pase de aquí en adelante con él?
“Hay que dejar atrás la polémica. No hay ningún interés en que haya conflictos entre los gobernadores y el presidente. Todo lo contrario, trataremos de buscar espacios de armonía porque necesitamos que haya entendimiento entre el gobierno central y los gobiernos regionales para trabajar conjuntamente”.
¿Los gobernadores electos que no fueron incluidos en la reunión del martes se sienten marginados?
“No. El presidente, Gustavo Petro, en su fuero presidencial y su libertad como jefe de Estado, puede convocar a los gobernadores por grupos o como él lo considere conveniente. Pero lo estamos invitando a que busquemos entre todos los espacios necesarios para que haya la mayor armonía entre los gobiernos locales y el Gobierno Nacional”.
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El presidente segmentó a los nuevos gobernadores electos en tres grupos. El más grande (15) lo calificó como el de los afines a la ‘coalición de gobierno’: Óscar Sánchez (Amazonas), Renso Martínez (Arauca), Yamil Arana (Bolívar), Carlos Amaya (Boyacá), Henry Gutiérrez (Caldas), César Ortiz (Casanare), Jorge Guzmán (Cauca), Nubia Carolina Córdoba (Chocó), Arnulfo Rivera (Guainía), Yeison Rojas (Guaviare), Rodrigo Villalba (Huila), Rafael Martínez (Magdalena), Luis Alfonso Escobar (Nariño), Nicolás Gallardo (San Andrés y Providencia) y Luis Gutiérrez (Vaupés).
Clasificó a 11 como independientes: Eduardo Verano (Atlántico), Erasmo Zuleta (Córdoba), Jorge Rey (Cundinamarca), Jairo Aguilar (La Guajira), William Villamizar (Norte de Santander), Carlos Marroquín (Putumayo), Juan Patiño (Risaralda), Lucy García (Sucre), Adriana Matiz (Tolima), Dilian Fracisca Toro (Valle) y Hecson Benito (Vichada).
Y a 6 como opositores: Andrés Julián Rendón (Antioquia), Francisco Ruiz (Caquetá), Elvia Sanjuan (Cesar), Rafaela Cortés (Meta), Miguel Galvis (Quindío) y Juvenal Díaz (Santander).
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