A simple vista no tienen nada en común. El uno, Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo, es conocido como el zar del contrabando en Colombia desde hace décadas y está capturado en Portugal de donde sería extraditado; el otro, Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña y principal impulsor independentista de esa región de España, huyó a Bélgica para evitar ser detenido por cargos de rebelión y sedición.
Dos personas en teoría tan lejanas comparten un elemento común: ambos son clientes de Gonzalo Boye Tuset, un polémico abogado de origen chileno, con ascendencia catalana que figura con frecuencia en los titulares de los medios europeos. Es un personaje tan particular que al escarbar en su vida aparecen nexos con Pereira (Risaralda) y Heidelberg (Alemania). Pero vamos por partes.
Boye, de 59 años, nació en Chile y estudió economía en la Universidad alemana de Heidelberg a principios de los noventa, pero luego vivió en España, en donde militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). En 1992, fue detenido como sospechoso de haber participado en los secuestros de dos empresarios; el delito fue cometido por el grupo terrorista ETA.
El entonces economista fue condenado a 14 años de prisión, de los cuales pagó seis y mientras estaba tras las rejas estudió Derecho. A principios de los 2000 salió de la cárcel y se convirtió en uno de los penalistas más mediáticos y polémicos de España. En las dos últimas décadas ha participado en decenas de casos que tienen un amplio abanico de protagonistas: narcos, contrabandistas, víctimas de atentados, políticos corruptos, líderes palestinos, raperos y hasta agentes de la CIA como Edward Snowden.
“Es como, no sé, el abogado al que ‘ciertas personas’ en España llaman cuando tienen un problema”, le dijo a este diario un periodista judicial español que le ha seguido los pasos. En efecto, Boye sale en fotos con diversos personajes de la vida pública europea, entre ellos Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña en el exilio, de quien es su abogado principal y además participa como activista de la causa independentista. Aquí es donde algunas piezas se unen.
La plata y el supuesto video
El catalán Xavier Vendrell, asesor y amigo personal del presidente Gustavo Petro –nacionalizado colombiano en tiempo récord al inicio del actual Gobierno— recibió $500 millones pesos por parte del contrabandista ‘Papá Pitufo’ en la campaña de 2022. Le entregaron el dinero en efectivo en una mansión en un discreto sector de Bogotá. A la reunión asistieron Vendrell, ‘Pitufo’, Victor Gutiérrez (supuesto empresario) y Daniel García Colorado, cofundador del Partido Alianza Verde. Ese dinero sería el primero de varios pagos que el contrabandista haría para filtrar la campaña.
Pero el entonces candidato Petro fue alertado de la situación por Augusto Rodríguez, uno de sus hombres de confianza y actual director de la Unidad Nacional de Protección (UNP). El propio presidente Petro, hace pocas semanas, aceptó que ese dinero ingresó a su campaña pero que le ordenó a Vendrell devolverlo y grabar la entrega del mismo; sin embargo, no denunció a las autoridades para que no se convirtiera en un escándalo en la campaña. Ese supuesto video, que el jefe de Estado dice conocer, habría sido una puesta en escena, según dijo Rodríguez. Además, la revista Cambio reveló que otro español, Ramón Devesa, experto en ciberinteligencia, fue quien armó la grabación pero luego habría chantajeado al director de la UNP para poder ver el video.
Hasta ahí quedó la situación hasta que más de dos años después, en el fatídico Consejo de Ministros del pasado 4 de febrero, Rodríguez delató a Armando Benedetti por supuestamente tener relación con ‘Pitufo’, algo que el recién nombrado ministro del Interior ha negado. Luego, Vendrell fue fotografiado con Benedetti en la Casa de Nariño por Rodríguez, quien publicó un comunicado ampliando detalles del entramado e incluso señala: “(...) me animo a hacer público que no estoy deprimido, no suelo atentar contra mi propia integridad y disfruto de buena salud”.
El papel del catalán Vendrell y el narco en Pereira
En todo ese entramado de nombres, está claro que Vendrell tiene vínculos de vieja data con Boye, abogado del contrabandista ‘Pitufo’ y del independentista Puigdemont. Esto porque Vendrell –contratista y asesor político de Petro investigado por corrupción en España– es líder de Esquerra Republicana de Catalunya y fue uno de los ideólogos de un referéndum ilegal para independizar a esa región.
Según reveló el Reporte Coronell de la W Radio, en una de las investigaciones contra el catalán se encontró en su computador personal un documento judicial de acceso restringido que habla del asesinato de un narcotraficante español en Colombia, Santiago Quintero Marín, miembro de la organización criminal Sito Miñanco, jefe del Cartel de Galicia, asesinado en 2018 en Pereira. Quienes cometieron el delito, según ese medio, habrían sido la banda de ‘Los Machos’ cuyo centro de operaciones era el San Andresito de la 38, una de las zonas donde se comercializa el contrabando que llega al país.
Según conoció este diario, Gonzalo Boye es abogado, precisamente, del líder de esa organización criminal, el contrabandista y narco José Ramón Prado Bugallo alias Sito Miñaco que seguía delinquiendo desde la cárcel y con alto riesgo de fuga. De hecho, hace solo unos días, Boye tuvo que declarar ante el tribunal de la Audiencia Nacional por estar implicado presuntamente en una operación de blanqueo de capitales (lavar plata) procedentes del narco gallego al que representa. La Fiscalía Antidroga solicita diez años de cárcel para Boye por un delito de blanqueo y otro de falsificación de documentos.
Pero Boye se defiende diciendo que las acusaciones contra él son “infundadas”. En una columna titulada “Lawfare més viu que mai” (Lawfare más vivo que nunca) que publicó 17 de febrero pasado en El Nacional, un portal catalán, dice: “No voy a entrar en mi caso personal, perfectamente conocido y claro ejemplo de cómo el lawfare (guerra jurídica) no se limita a los líderes políticos, sino que también ataca a quienes los defienden. La estrategia de criminalización en mi contra busca no sólo dañarme y destruirme, sino enviar un mensaje a cualquier abogado que se atreva a enfrentarse al Estado: defender el independentismo tiene un precio”.
El mismo lowfare, de hecho, que el presidente Petro dice que emprenden en su contra en Colombia y el mismo independentismo que admira por amigos como el catalán Vendrell.
Portugal y extradición de ‘Pitufo’
El abogado Boye representa a Diego Marín Buitrago alias Papá Pitufo, que cuenta con nacionalidad colombiana y española. Ese contrabandista fue capturado en Valencia (España) en abril de 2024, pero logró fugarse a Portugal: Boye consiguió que la justicia española le concediera libertad condicional mientras se estudiaba su extradición a Colombia, según el Reporte Coronell. La condición de esa solicitud es que ‘Pitufo’ debía entregar su pasaporte español y presentarse periódicamente ante las autoridades. Pero las autoridades no calcularon que presuntamente con su pasaporte colombiano podía fugarse y así ocurrió; huyó a Portugal y fue recapturado en diciembre del año pasado.
El presidente Gustavo Petro ha hecho todo tipo de gestiones para el contrabandista sea extraditado a Colombia y cuente lo que sabe. El mandatario dijo que habló, incluso, con el presidente español Pedro Sánchez y con el primer ministro de Portugal Luis Montenegro.
EL COLOMBIANO conoció en primicia que el abogado Boye viajó hasta Portugal esta semana para verse con ‘Pitufo’ y cuadrar detalles de su defensa. Entre la estrategia del abogado estaría presentar algunos recursos jurídicos ante el Supremo Tribunal de Justicia de Portugal que ya dio vía libre a la extradición, lo que se interpretaría como un intento por frenar la llegada del contrabandista al país.
Algunas fuentes cercanas al proceso señalan que ‘Pitufo’ está en la disyuntiva entre negociar con la justicia y delatar a la clase política colombiana que ha corrompido durante décadas o guardar silencio. El presidente Petro dice que prefiere lo primero.
