Las últimas semanas han sido tormentosas para el gobierno de Gustavo Petro, en medio de las acusaciones de corrupción de altos funcionarios del ejecutivo y el legislativo que se habrían beneficiado de contratos en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo UNGRD. El presidente ha sido cauto al hablar del tema, sin embargo, se ha ocupado de hablar de golpes en su contra y hasta ha movido las aguas de una posible constituyente, lo que suena más a una cortina de humo parar desviar la atención de los escándalos que crecen cada semana.
El punto está en que más allá de que los llamados “golpe blando” o “golpe de Estado” se conviertan en titulares de prensa, se vuelven un sambenito que aúpa odios y radicalismos en las redes sociales, cosa muy grave, pues Petro señala el ejercicio de la justicia como una intención de sacarlo de la Casa de Nariño, cosa más que alejada de la realidad. El punto es que esa estrategia comunicacional suele dar sus frutos en la maraña de las redes sociales.
Este discurso en contra de las instituciones es una estrategia comunicativa que busca un activismo que radicaliza a las bases del petrismo.
Cuando el presidente visita alguna región lejana al centro del país, lejos de la casa de Nariño, su tono se vuelve más radical, más violento. Son varios los videos donde sus discursos finalizan en agitación, tal vez, es un intento de muestra de que es un “líder auténtico”, un caudillo, diferente a todos los expresidentes.
Las bodegas cada vez más radicales
De acuerdo con la herramienta de escucha social YouScan, entre el 27 de abril y el 27 de mayo el presidente hizo 995 publicaciones en X refiriéndose al “golpe blando” y a las investigaciones que adelanta el Consejo Nacional Electoral por las irregularidades de dinero en su campaña. El 1 de mayo, día de la marcha que convocó a su favor, hizo 109 trinos en los que compartió, entre otras, imágenes generadas con Inteligencia Artificial de supuestos marchantes que lo apoyaban.
No es casualidad cada video, tuit o retuit compartido en su cuenta. Detrás hay una estrategia que opera en sincronía con bodegas, influenciadores y congresistas del Pacto Histórico, no es una respuesta espontánea. Desde hace dos meses, por ejemplo, está usando el argumento de que sus antecesores “quieren volver”, ligándolos con imágenes de violencia o de accionar de la Fuerza Pública en el contexto del paro de 2021.
Unas semanas atrás, Petro publicó un video que decía: “Mayo del 2021, el pueblo protestó contra el Uribismo y en el 2022 Petró ganó la presidencia”, de fondo sonaban sirenas y papas bombas; el video dura más de 5 minutos y recopila hechos de violencia durante las manifestaciones. La publicación tuvo 690 mil vistas y llego a más de 7 millones de usuarios nuevos, pero produjo una percepción neutral, indiferente, según YouScan.
Días después, inició su campaña de defensa, donde el 10 de mayo trinó 128 veces en un día, mientras sus bodegas en X y TikTok hacían lo mismo por medio de los hashtags “#YoSoyDefensaDePetro”, que tuvo 145.700 menciones, y #GolpeBlando, que tuvo 12.500, provenientes de cuentas que dicen estar en Angola, Tanzania, Vietnam, Rusia, Bangladesh, Irlanda y El Salvador.
De las 145.700 menciones, solo 44.500 se hicieron en Colombia. Entre ellos hubo un trino destacado que vino de un ferviente bodeguero seguidor del político Gustavo Bolívar y de la dictadura venezolana llamado “Jojare”, quien atacó a los medios: “Casas, apartamentos y los medios de comunicación donde trabajan los golpistas serán el objetivo de la revuelta si tocan al presidente. #YoSoyDefensaDePetro”. El trino se hizo tendencia, pues varios periodistas denunciaron la amenaza.
Las publicaciones de Petro parecen pasar desapercibidos hasta que sube algo de contexto internacional, como cuando acusó a Netanyahu de genocida. Sin embargo, ya no es X el centro de comunicación del Pacto Histórico y el petrismo, todas las audiencias jóvenes que alcanzan las encuentran en TikTok; allí hay cuentas que sube videos diariamente con hashtags como #SOSColombia, #ParoNacional, #GobiernoDelCambio.
Las bodegas del petrismo comandadas por influenciadores y congresistas pretenden crear la energía necesaria para tapas los escándalos de los últimos meses y abrirle espacio al continuismo y generar rabia, parece que quedó atrás el lema de campaña “Te quiero mucho”. Uno de sus mayores alentadores, es el representante Alejandro Toro, quien suele ser muy retuiteado por los bodegueros con mayor número de seguidores; publicó en su cuenta el 8 de mayo: “Alerta Máxima” por el supuesto inicio de un golpe de Estado.
Hace pocos días, el influenciador llamado “Físico Impuro”, compartió una encuesta de Google para hacer la primera consulta sobre candidatos de centro-izquierda para las elecciones de 2026. En el formulario recopiló el correo, el nombre, la edad y la ubicación —datos sensibles que requieren autorización del usuario— de los participantes sin decir con qué finalidad, ¿para quién lo hizo? ¿Cuánto tiempo estarán los datos almacenados? ¿Cómo es el procedimiento para borrar los datos? El petrismo no solo convoca a las calles para medir sus fuerzas con la oposición, su estrategia está volcada a lo digital, donde pretenden desvirtuar a las instituciones y hacer pasar denuncias de corrupción como ataques personales al Presidente. ¿Una dictadura blanda en las redes sociales y el discurso?