Decenas de personas se congregaron ayer en la tarde en el Centro Comercial Andino y con flores le rindieron homenaje a las tres mujeres que murieron y a las once que resultaron heridas tras la explosión.
Este lugar, ubicado al norte Bogotá, normalmente concurrido, estaba en silencio mientras personas colocaban flores en el piso principal del exclusivo edificio, que el sábado por la tarde fue escenario de caos y terror.
“Esto es una canallada, pudieron caer niños que generalmente entran al baño con sus mamás. Es un Día del Padre muy triste”, dijo Pedro Álvarez, mientras ponía una flor junto con su hijo.
Muchas tiendas permanecían cerradas y un número reducido de personas caminaba en silencio.
“Fue increíble, escuché la detonación, pero lejos de imaginarme que se trataba de un atentado, que fuera esto tan horrible. No pude dormir”, dijo María Vásquez, de 56 años, mientras miraba hacia el lugar de la explosión.
El presidente Juan Manuel Santos afirmó que el objetivo del terrorismo es sembrar miedo y división y por eso la respuesta debe ser el valor y la unión para enfrentarlo. El mandatario decidió suspender un viaje a Portugal para permanecer al frente de las investigaciones.