Los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo no dejan de generar consecuencias humanitarias. Desde la Unidad de Víctimas pidieron la instalación urgente de 11 corredores humanitarios para permitir el ingreso de ayudas, evacuar enfermos y garantizar los derechos fundamentales de las familias que viven en medio del fuego cruzado.
El llamado de la Unidad se hizo a petición de las comunidades y ocurre después de un paro armado que tuvo confinadas –por 72 horas– a las comunidades de la subregión de San Juan por orden del Frente de Guerra Occidental del ELN.
“Se requiere de manera inmediata la entrada de ayuda humanitaria, médica y de asistencia a las comunidades”, señaló la Unidad de Víctimas en un comunicado.
Wilson Largacha, personero de Medio San Juan, señaló en diálogo con este diario que, cada acción criminal en su territorio afecta principalmente a las comunidades de las zonas rurales.
“Los campesinos se han visto obligados a permanecer en sus casas y con ello se les impide cultivar sus parcelas o salir de pesca. El tema de la seguridad alimentaria siempre es un riesgo”, señaló el personero.
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La Unidad reiteró el llamado para que los grupos armados que operan en ese departamento respeten las actividades de las organizaciones y líderes sociales, cese el reclutamiento forzado y eliminen la práctica de sembrar minas antipersonales.
“Estas medidas son fundamentales para responder a la emergencia humanitaria que vive el departamento del Chocó en cuanto a alimentación, educación, atención en salud, atención a la primera infancia, inversión y transformación territorial, seguridad y defensa, acceso al agua potable y saneamiento básico”, insistió la Unidad.
Los corredores humanitarios, básicamente, son acuerdos que alcanzan los grupos en conflicto para permitir el paso seguro –en una zona delimitada– de civiles, combatientes heridos, enfermos y ayudas humanitarias. En la práctica, no es una solución ideal en tanto las comunidades, en todo momento, debería estar al margen de las confrontaciones armadas.
