La voz de Manuela Bedoya Jaramillo Sonó entrecortada, pero firme. Del otro lado de la línea, la ministra de Relaciones Exteriores, Rosa Yolanda Villavicencio, intentaba transmitir alivio y cercanía después de cinco días de incertidumbre.
"Soy la ministra de Relaciones Exteriores, Yolanda. Quiero saludarlas y decirles que estamos muy contentos porque hemos logrado que salgan y que ustedes están bien. Quisiera saber cómo están, cómo se sienten", dijo la canciller.
La respuesta fue breve y sincera: “Muchas gracias por el apoyo y por estar tan pendientes de nosotras, de verdad. Estamos agotadas, pero con la moral alta, porque ya estamos afuera y felices, queriendo regresar a casa.”, respondió Bedoya, mientras su compañera Luna Barreto Arango continuaba en gestiones con el cónsul colombiano.
Las dos connacionales fueron retenidas a bordo de la embarcación HIO, en aguas del Mediterráneo, tras ser interceptadas por fuerzas israelíes cuando intentaban romper el bloqueo del impuesto naval sobre Gaza.
Durante su detención, según informes de la Cancillería,Pasaron dos días sin alimentos ni acceso suficiente a agua potable., y su paradero fue incierto hasta que se confirmó que se encontraban bajo custodia en territorio israelí.
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Villavicencio informó que ambas fueron liberadas y se encuentran bajo acompañamiento del cónsul Carlos Piñeros, quien coordinó los cheques médicos previos a su regreso a Colombia. En la llamada, la ministra le recomendó a Bedoya descansar en Jerusalén antes del viaje.
“Hoy te quedarás allí para descansar un poco y ya mañana hacer el largo viaje”, le dijo. Y así, la liberación de Bedoya y Barreto puso fin a una semana de tensión política.
El viceministro de Asuntos Multilaterales, Mauricio Jaramillo Jassir, había denunciado la detención como un “secuestro por parte del régimen israelí” y calificó el operativo como una violación al derecho internacional. En paralelo, el presidente Gustavo Petro había ordenado la salida de la delegación diplomática israelí de Colombia, en protesta por lo sucedido.