Pese a que en su tramo final las protestas en Bogotá y Cali presentaron disturbios, durante el día las movilizaciones de este 21 de noviembre transcurrieron con tranquilidad, cantos y bailes, y esa es la imagen que quisieron dejar en la retina los ciudadanos. En la noche, durante más de dos horas, el sonido de masivos cacerolazos en las ciudades principales de Colombia mandó un mensaje claro al Gobierno.
Así se reportó por redes sociales, donde la palabra “cacerolazo” se volvió tendencia global en Twitter. Los usuarios publicaron videos desde sus barrios y unidades residenciales, donde cientos de ellos salieron a los balcones y ventanas a chocar utensilios de cocina, una practica popular en las últimas movilizaciones sociales de Colombia.
En Bogotá la protesta empezó en el sector del centro de la ciudad, donde se registraron los enfrentamientos más fuertes entre encapuchados y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional, que se fue propagando a diferentes zonas de la capital del país.
Las personas salieron por las ventanas de sus casas y edificios a golpear las cacerolas u otros utensilios domésticos, produciendo un ruido que se propagó rápidamente desde el centro de la ciudad, donde arrancó, hasta barrios donde ni siquiera las protestas llegaron en el transcurso del día.