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Se cumplió una nueva jornada de la audiencia en la que la Fiscalía pide precluir la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe por presunto fraude procesal y soborno a testigos. Durante este jueves 5 de agosto, el fiscal delegado para el caso, Gabriel Jaimes, expuso nuevos argumentos que, según él, demostrarían la inocencia de Uribe. La exposición se basó en el cuarto y el quinto de los seis hechos que se han tratado en las últimas dos semanas.
El cuarto hecho
El cuarto hecho se refiere a la visita que hizo Diego Cadena, en calidad de abogado de Uribe, a la cárcel del Buen Pastor para reunirse con la exfiscal Hilda Niño Farfán, condenada por la Corte Suprema de Justicia por el delito de cohecho propio y quien dio indicios de que se habría gestado un complot en contra de Álvaro Uribe y su hermano Santiago, en la Fiscalía General de la Nación, cuando era liderada por Eduardo Montealegre y en la que Jorge Perdomo era vicefiscal.
Para demostrar la pertinencia de la preclusión del caso, el fiscal Jaimes presentó declaraciones juradas sobre el tema que dieron en su momento Niño, Cadena, Uribe y otros testigos como el exparamilitar Carlos Enrique Vélez. En dichas declaraciones, el expresidente insistió en que recibió información sobre el supuesto complot en su contra, por lo cual delegó a Cadena para que visitara a la exfiscal en prisión, averiguara la veracidad de los datos y los hiciera llegar a las autoridades pertinentes.
En su momento, se consideró que Niño se prestó a dar estas versiones a cambio de ayuda de Uribe para ser trasladada a otro centro de detención, una hipótesis sobre la que la misma Corte indicó que no había suficientes pruebas y con la que hoy difiere el fiscal Jaimes, quien argumentó que el traslado de la exfiscal nada tuvo que ver con la intervención de Uribe, sino que es resultado de un fallo favorable a una acción de tutela interpuesta por la mujer. De hecho, en una de sus declaraciones, Niño afirmó que le comentó a Cadena el deseo de ser trasladada pero que no se concretó nada porque el abogado “le sacó el cuerpo”.
Jaimes también presentó un documento enviado por Niño a la Fiscalía, el 7 de noviembre de 2017, en el que manifestó su intención de entregar declaraciones sobre supuestos actos de corrupción en esa entidad, de parte de altos directivos, pero en el escrito no se refiere concretamente a ningún hecho.
“Esta versión (la escrita) y las escuchadas son versiones que la Fiscalía conoce y que, insisto, considero imprecisas, genéricas, abstractas: menciona insistentemente hechos de corrupción al interior de la Fiscalía, pero nunca detalla algo que pueda dar bases para realizar investigaciones a futuro”, sostuvo Jaimes, quien, sin embargo, anotó que la mujer ha sido insistente en que tiene esta información y ha señalado a Montealegre y a Perdomo como los presuntos autores de un montaje contra los Uribe.
Para el fiscal delegado es importante que las declaraciones del expresidente y la exfiscal coinciden, con lo que se determinaría que el abogado Cadena la visitó para efectos de verificar la información que ella decía tener, pero que no hubo ofrecimientos ni dádivas.
El quinto hecho
Tras un receso de una hora, la audiencia se retomó a la 1:55 p. m. con la exposición del quinto hecho por parte del fiscal, el cual se centra en las declaraciones entregadas por tres reclusos de la cárcel de Cómbita, por intervención del abogado Diego Cadena. Se trata de las versiones de Máximo Cuesta Valencia, alias Sinaí, Giovanni Cadavid Zapata, alias Cadavid, y Elmo José Mármol, alias Poli.
De acuerdo con el testimonio jurado de Uribe respecto a este caso, Cadena fue a la cárcel de Cómbita a entrevistarse con los tres hombres, con ayuda de la abogada Ángela López, porque había rumores de que el senador Iván Cepeda les había hecho ofrecimientos a cambio de declarar en su contra y la de su hermano.
Aunque los tres hombres declararon ese hecho, sus versiones tuvieron contradicciones. Por ejemplo, ante la Corte Suprema de Justicia declararon que no conocían a Diego Cadena, pero, posteriormente, ante la Fiscalía General de la Nación, dijeron que sí se habían reunido con él, un hecho que ya había confirmado el mismo abogado al rendir indagatoria.
También se conoció que los tres firmaron cartas escritas a mano y que luego fueron radicadas ante la Corte, con las versiones a favor de Uribe. Los reclusos declararon que no escribieron las misivas ellos mismos, sino que las dictaron a terceros, porque tenían mala caligrafía y ortografía, pese a que sostuvieron que saben leer y escribir. Dos de las cartas las escribió la abogada López y la otra, habría sido escrita por otro recluso.
En la valoración probatoria presentada, el fiscal Jaimes recalcó que por el cuarto y el quinto hecho la Corte Suprema de Justicia no impuso medida de aseguramiento en contra de Uribe, aunque sí consideró extraño el interés repentino de los tres reclusos para dar a conocer, siete años después de ocurrido, la supuesta intención de Iván Cepeda de manipular testigos en contra del expresidente; como extraño también consideró que Uribe acudiera a Cadena para averiguar sobre estos temas, cuando no era uno de sus abogados habituales.
Para Jaimes es evidente que Uribe actuó en defensa de sus intereses y que, por ello, envió a Cadena a verificar la información que podría ser relevante en procesos judiciales en los que se viera involucrado. También consideró que lo verdaderamente importante es que los tres reclusos se mantuvieron firmes en ratificar el contenido de las cartas que firmaron en prisión y que son documentos “absolutamente veraces”. El fiscal no hizo referencia a las contradicciones de los tres testigos, por ejemplo, al decir que no conocían a Cadena.
“No existen medios indicativos de carácter probatorio para los delitos por los cuales se ha procesado al doctor Uribe”, puntualizó Jaimes, antes de reiterar la solicitud de preclusión ante la jueza. La audiencia continuará el lunes 9 de agosto, cuando se espera que el fiscal exponga el sexto y último hecho, antes de dar voz a las víctimas.