Los estudiantes de la Institución Educativa Francisco Antonio Rada en Morales, Cauca, apenas salían de clases cuando una moto bomba detonó frente a la estación de Policía del pueblo. El ataque fue atribuido a los disidentes de Iván Mordisco y provocó que en ese municipio las clases fueran suspendidas de manera indefinida y un toque de queda que se extenderá por tres días.
“Ante los recientes hechos que alteraron el orden público y con el propósito de proteger la vida e integridad de nuestra comunidad, se decreta toque de queda y otras medidas de seguridad”, señaló Óscar Guachetá Arrubla, alcalde de Morales.
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El atentado ocurrió sobre la 1:40 de la tarde de este lunes 24 de febrero. Imágenes difundidas por la comunidad dieron cuenta del terror: los niños corrían en distintas direcciones para tratar de refugiarse de la bomba. El recuento oficial fue de 19 heridos: dos policías y 17 civiles, entre ellos una niña de 7 años que fue afectada por esquirlas en el rostro.
“No queremos más miedo en nuestras calles, no queremos más lágrimas en nuestros hogares. Morales es tierra de gente trabajadora, de familias que sueñan con un futuro digno y de jóvenes que merecen oportunidades”, dijo el alcalde Guachetá.
En la cabecera urbana de Morales –afectada por el accionar bélico del frente Jaime Martínez de las disidencias de Mordisco– se decretó el toque de queda para los días 24, 25 y 26 de febrero. La medida regirá entre las 5:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana.
En ese municipio también quedó prohibida la comercialización y consumo de licor y las clases de los estudiantes quedaron suspendidas hasta “nuevo aviso”.
La alcaldía argumentó que la decisión de suspender las clases se tomó para prevenir cualquier lesión por cuenta de artefactos explosivos que los ilegales hayan dejado sobre las vías o la cabecera municipal.
“La suspensión se levantará una vez se tenga notificación de las fuerzas del orden de no estar en situación de peligro por parte de la población civil”, se lee en el decreto.
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La Policía y la Gobernación del Cauca ofrecieron hasta 50 millones de pesos en recompensa por información que permita dar con el paradero de los cabecillas disidentes que atemorizan en Morales: conocidos bajo los alias de “AKT”, “Botas” y “El Paisa”. Por los responsables del ataque de este lunes ofrecieron otros 30 millones.
El mandatario local pidió al Gobierno Nacional que haga llegar la inversión a su territorio y afirmó que sus comunidades requieren oportunidades de empleo, educación y salud.
El 20 de mayo del año pasado, el mismo grupo disidente, intentó tomarse la estación de Policía del pueblo con un ataque que incluyó ráfagas de fusil y lanzamiento de tatucos.
Esa vez murieron cuatro personas: los patrulleros Jaime Andrés Calderón Reyes y Diego David López Domínguez, además de dos indígenas que permanecían en calidad de detenidos en la estación.
