Armando Benedetti no solamente sigue en Palacio, sino que continúa en el ejercicio del poder que lo ratificó como mano derecha del presidente Gustavo Petro, a pesar de que mantenerlo allí significó una crisis de Gobierno pocas veces vista en Colombia y la salida de ministros estrella cercanos a Petro.
Este martes el jefe de Despacho sostuvo una reunión con buena parte de congresistas del Partido Liberal que han sido relevantes para el Gobierno en la aprobación de los debates para sus proyectos como la reforma a la salud, la laboral y la pensional. Esta última tendrá días de controversia y fragilidad en la Corte Constitucional, porque la ponencia del magistrado Jorge Enrique Ibáñez busca tumbarla por inconstitucionalidad, al aprobarse en último debate de la Cámara sin discusión.
Lo paradójico es que la reunión fue con dos partidos que se suponen contradictorios en lo programático, pero que en muchas oportunidades han decidido sacrificar la ideología a cambio de puestos y cuotas clientelistas. Benedetti tuvo una reunión independiente con parte de la bancada liberal y otra con la bancada conservadora. “Fue solamente para arreglar la relación” dijo Benedetti a este diario. Pero lo cierto es que los encuentros demuestran el inicio de una estrategia coordinada con los partidos para lograr las mayorías y entregar resultados en el último año y medio de la administración.
El presidente necesita esos resultados en un momento de impopularidad y de escándalos que le costarán al proyecto del Pacto Histórico en la campaña por el 2026.
La reunión con los liberales
Una de las congresistas que estuvo en la reunión fue la liberal y antioqueña María Eugenia Lopera, quien ha sido tradicionalmente cercana al sector del excandidato a la Gobernación del departamento, Julián Bedoya. Este diario reveló que hubo otra reunión el pasado 15 de enero en la que ya habían participado Lopera y los congresistas Kellyn González, Alejandro Vega y Fabio Raúl Amín y allí se habría hablado de cuotas en el Ministerio de Comercio, que hoy tiene como protagonista del escándalo de posible corrupción en la administración al ministro Luis Carlos Reyes.
Hace seis meses este último entregó a la Fiscalía unos cuadros en Excel con nombres de quienes le habían solicitado, según su versión, cargos en la Dian y varios puertos del país como los de Buenaventura y Cartagena. Además, denunció que el embajador en Londres, Roy Barreras, presuntamente estuvo en su despacho presionándolo para nombrar altos cargos cercanos a él cuando era presidente del Congreso. Barreras le dijo a este diario que eso es falso.
“Yo se lo presenté a Petro de buena fe en campaña porque lo leía en el observatorio económico de la Javeriana y me pareció un joven honesto y prometedor. Creo que se ha enredado en sus propias actuaciones. Él no pudo responder con claridad por qué nombró a esa gente que sí estaba comprometida con el tal Pitufo pero tuvo que reconocer que los recibió y que finalmente terminaron nombrados según él por orden de Carlos Ramón. Creo que se sintió contra la pared y ahora dispara en regadera”, afirmó Barreras a EL COLOMBIANO.
También negó el supuesto episodio en el que Barreras lo habría amenazado con la frase de “imagínate que a Messi le rompieran las piernas”, de acuerdo con las declaraciones que el ministro Reyes dio a varios medios de comunicación refiriéndose a una reunión que tuvo personalmente con el embajador y en donde se habría materializado la presión por nombramientos.
En esas acusaciones también está implicado Benedetti, que habría pedido cuotas en Barranquilla. Su nombre también está en el cuadro de Excel que Reyes le entregó a la fiscal general Luz Adriana Camargo y que, como otras investigaciones, sigue esperando desarrollo en los expedientes del ente acusador. Hasta ahora no ha pasado nada con el gerente de la campaña, Ricardo Roa, que en la administración anterior estaba cerca de una imputación.
La reunión con los congresistas habría sido para arreglar la relación Gobierno-Congreso que en los últimos meses no pasó por los mejores términos significando la caída de la ley de presupuesto, la segunda reforma tributaria de la administración Petro, y un retraso en la discusión de los proyectos, tal como ocurrió la semana pasada con las sesiones extraordinarias a las que llamó Petro pero que no tuvieron ningún efecto en los debates por el desorden administrativo.
El encuentro con los conservadores
En el ala de congresistas conservadores disidentes a la colectividad están Carlos Andrés Trujillo y otros que en algunos casos le han dado empujones al Gobierno en los debates, como Wadith Manzur. Pero lo curioso es que en los listados de Reyes sobre quiénes le pedían cuotas en la DIAN también aparece el presidente del Partido, Efraín Cepeda, que contestó que era falso y “una estrategia del Gobierno contra la oposición”. Cepeda no aclaró si tiene alguna relación con el nombre que se señala en la tabla de Reyes: Bladimir Atencio Meza. Una cuota para la dirección seccional de la DIAN en Cartagena.
Esta primera reunión de Benedetti con los congresistas da luces de que en el último año y medio de Petro habrá acuerdos con los congresistas y una forma quizás más transaccional para lograr las mayorías. Eso trasciende en un riesgo porque ya hay dos poderosos antecedentes de denuncias por corrupción. El caso UNGRD y lo sucedido en la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público con varios parlamentarios investigados en la Corte Suprema, y ahora el nuevo escándalo de los puertos y el contrabando, que, aunque el presidente insiste en querer achacarlo a otros gobiernos, es claro que salpica al suyo hasta bien adentro del ejecutivo.
También demuestra que el Gobierno no tiene problemas en seguir manejando la relación con el Congreso a través de cuotas y cargos aunque se vea enfrentado a un escándalo del nivel de alias Papá Pitufo y la Dian que hasta ahora comienza pero ya ha dejado varios elementos difíciles para el presidente: que este viajó en un avión de Pitufo; que le entregó 500 millones de pesos a Xavier Vendrell; y que el poderoso capo intentó infiltrar la campaña a través de otras personas. Por ahora las acusaciones y argumentos de Petro siguen siendo contra la corrupción en otros gobiernos. “Me parece que la llegada de Benedetti le va a hacer mucho daño al presidente”, dijo una fuente de Palacio a esta diario. En los próximos días vendrán más reuniones con congresistas.
