El Misoprostol, un medicamento utilizado para la interrupción del embarazo y en otros tratamientos ginecoobstétricos, presenta escasez en el país, lo que está poniendo en riesgo la gestión del aborto en las primeras semanas de gestación.
La alerta la lanza el Movimiento Causa Justa y el Grupo Médico por el Derecho a Decidir, que piden tanto al Ministerio de Salud y al Invima que este medicamento se declare en desabastecimiento y como “vital no disponible”.
Causa Justa señala que la falta de este medicamento amenaza la prestación de tratamientos ginecoobstétricos como el manejo del aborto espontáneo y la prevención y manejo de la hemorragia postparto.
“Además, el potencial desabastecimiento de Misoprostol compromete los avances que se han dado en el país en la gestión del aborto en las primeras semanas del embarazo a través de servicios en centros de salud y de telemedicina, además del aborto autogestionado”, agregan.
Bogotá, Medellín, Neiva y Bucaramanga son algunas de las ciudades donde el Grupo Médico por el Derecho a Decidir ha identificado la escasez del Misoprostol desde agosto de 2023.
Sin embargo, advierten que esta situación “se torna más grave en regiones en las que el sistema de salud presenta fallas por no tener servicios disponibles, siendo la telemedicina una modalidad de atención alternativa y segura que necesita de la disponibilidad del medicamento”, que hace parte de la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud y que está incluido en el Plan de Beneficios en Salud en Colombia.
Lo más grave, señalan, es que este desabastecimiento puede aumentar la circulación de versiones alteradas y fraudulentas de Misoprostol, método más común de aborto clandestino empleado en Colombia, que pone en riesgo la vida y salud de las mujeres.
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Una alerta que suma varios años
Según información de la Fundación Oriéntame, organización que integra el Movimiento Causa Justa, la escasez de este medicamento ha persistido desde finales de 2021, sin que las autoridades presten atención a ello, y se atribuye a tres factores principales.
El primero de ellos es el retiro de varios registros del mercado, ya que algunos de ellos han expirado sin que se haya solicitado su renovación. En segundo lugar señalan la insuficiencia en la disponibilidad de las dos únicas marcas con registros aún vigentes, LaFrancol y Tecnoquimicas, para llevar a cabo tanto la producción como la comercialización.
Y por último y no menos importante tiene que ver con el fenómeno del crecimiento del mercado clandestino como una causa adicional de la escasez.
Debido a lo anterior, en mayo de 2022, Oriéntame – una de las principales prestadoras de servicios de salud sexual y reproductiva en el país–, ya le había solicitado a las autoridades la declaratoria de desabastecimiento de Misoprostol, pero no hubo respuesta.
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Un años después, en mayo de 2023, Lafrancol informó no tener disponibilidad del medicamento y en octubre de este mismo año el Misoprostol en presentación de 50 mcg producido por Tecnoquimicas S.A. estaba agotado y con observación de descontinuado, explicó Oriéntame.
Ya el 4 de septiembre del año pasado, el Grupo Médico pidió al Ministerio de Salud declarar el desabastecimiento del medicamento y “tomar cartas en el asunto para garantizar la salud y el bienestar de las mujeres que habitan en el territorio nacional, considerando que esto supone una afectación de salud pública”.
Además, solicitó que se le declare como vital no disponible, lo que permitiría que se aceleren los procesos de registros sanitarios en curso y que se facilite su importación sin registro sanitario.
Al respecto, María Mercedes Vivas, directora de la fundación Oriéntame, indicó que la última comunicación que recibieron por parte del Ministerio de Salud fue en octubre del año pasado en la que les informaban que “no se cumplían los criterios de desabastecimiento porque había un oferente que se comprometía a mantener la producción del medicamento”.
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“En esa comunicación nos informaron que el medicamento estaba en monitoreo por aumento de la demanda y por baja producción, pero se estaban basando en datos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cismed) del 2023, mientras que nosotras llevábamos haciendo denuncias desde 2022”, sostiene la directora de Oriéntame.
El Invima, señalan desde Causa Justa, monitorea la disponibilidad del medicamento desde octubre; “no obstante, esta medida es insuficiente si se considera el carácter esencial del Misoprostol”.
“Esto se suma a otro problema y es la poca respuesta y los tiempos muy largos que en este momento están llevando a cabo los procesos en el Invima donde no tenemos certeza cuánto tiempo se van a demorar otros registros que están en curso para tener más Misoprostol en el país”, advierte Vivas.
Por todo esto, Causa Justa, el Grupo Médico por el Derecho a Decidir y la fundación Oriéntame piden “una medida de mayor alcance y la inclusión del Misoprostol en el plan de urgencia ordenado a finales del 2023 al Ministerio de Salud por el desabastecimiento de otros medicamentos”.