Aunque los organizadores del paro minero que ahora se extiende por el Bajo Cauca y el Nordeste sostienen que la convocatoria ha sido pacífica, lo cierto es que hasta este viernes el mecanismo de presión a la Nación por el retorno de los operativos policiales en contra de la minería irregular dejaba la vía a la Costa Atlántica bloqueada, funerales interrumpidos y zozobra en Caucasia por un ataque de algunos manifestantes a la Alcaldía, además de una reacción con tiros al aire por parte de las autoridades.
Este último episodio también quedó reseñado en videos ciudadanos que, además del miedo, capturaron puertas de vidrio quebradas, elementos ardiendo a las afueras del complejo administrativo y a una cuadrilla de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden —anterior Esmad— persiguiendo a quienes vandalizaron el inmueble sobre las 5:00 de la tarde.
Las oficinas de Hacienda, Salud, Tesorería, Cultura, entre otras, se contaron entre las dependencias afectadas. La situación fue tal que la Alcaldía tuvo que emitir un toque de queda mediante decreto, con el que limitó la circulación por la localidad entre las 5:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana del sábado, medida que se repetirá este fin de semana en el mismo horario. En este lapso, solo pueden desplazarse ciudadanos con permisos laborales y con emergencias justificadas.
Sin embargo, una hora después, con el decreto ya en vigencia, circularon imágenes que reseñaron un enfrentamiento entre las autoridades y decenas de personas encapuchadas. Tiros, gritos y exclamaciones de miedo al interior de las casas retrataron los momentos de tensión que allí se vivieron.
Más temprano, luego de un puesto de mando unificado, el alcalde Jefferson Sarmiento había expresado: “ayer también atentaron contra la misión médica en varias ocasiones. No es aceptable que obliguen a cerrar los establecimientos. Hacemos un llamado a la protesta pacífica, no atentando contra los intereses de la comunidad”.
Y es que hasta los servicios funerarios se están viendo afectados: en la noche del jueves los manifestantes que bloquearon el sector de Campo Alegre, en la misma localidad, impidieron el paso de un vehículo con un féretro. La única forma de transportar al muerto, informaron algunos medios locales, fue “a pie”. Al difunto, proveniente del sector de la Apartada, tuvieron que bajarlo del automotor y transportarlo empujado hasta la zona urbana de Caucasia.