Encendido de Hidroituango es incierto: ¿EPM perderá $3 billones más?

Aunque ayer se esperaba que la Alcaldía anunciara una nueva fecha de operación de las dos primeras unidades, no hay claridad en los plazos.

En la casa de máquinas se avanza para habilitar las unidades de generación. FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ

La nueva fecha de encendido de Hidroituango continúa siendo un interrogante cinco días después de que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, se adelantara a EPM y anticipara que la hidroeléctrica no entrará en operación en las fechas anunciadas por esa empresa el pasado 26 de julio.

Pese a que las obras siguen avanzando en una carrera contra el reloj, de cara a cumplir con la cada vez más inminente fecha límite pactada con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), la empresa aún no explica en detalle cómo avanzan los trabajos y cómo está el panorama para que la central empiece a entregar energía antes del 30 de noviembre.

Aunque ayer se esperaba la realización de una rueda de prensa en el sitio de obra, en la que el alcalde de Medellín y el gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo, darían un reporte de cómo avanza el cronograma, el espacio fue cancelado un día antes.

Aduciendo malas condiciones climáticas y problemas en la vía de acceso a la hidroeléctrica, en un comunicado la compañía señaló que en cuestión de días anunciaría las fechas para el encendido de las unidades.

El riesgo de incumplir

Pese a que en su información institucional EPM insistió en que en dicho balance se conocería un nuevo hito constructivo, la incertidumbre alrededor de la obra no es menor.

Tal como lo contó este diario esta semana, las alarmas por el futuro del proyecto volvieron a encenderse por cuenta de las declaraciones entregadas por el alcalde el pasado lunes 26 de septiembre a la emisora Blu Radio, en las que no descartó un escenario en el que la empresa incumpliera sus compromisos con la Creg.

Además de mencionar que el distrito ya tenía un cálculo preliminar que apuntaría a un golpe para EPM de aproximadamente $3 billones, el mandatario local anticipó que la entrada en operación de la primera unidad, prometida para el 15 de octubre, tardaría por lo menos medio mes más (Leer Para Saber Más).

Más allá de si EPM confirma esos plazos, expertos advierten que un escenario en el que la entidad incumpliera ante la Creg le sería adverso principalmente desde el punto de vista financiero.

Alejandro Castañeda Cuervo, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), explica que en ese panorama EPM se estaría exponiendo a un golpe por dos vías.

Por un lado, la empresa XM, que opera el sistema interconectado nacional y administra el mercado de energía mayorista en el país, estaría facultada para hacer efectivas unas garantías que la empresa asumió cuando ganó la subasta de energía, que hoy se aproximan a los 60 millones de dólares.

Así mismo, EPM se arriesgaría a perder los ingresos esperados por el concepto del cargo por confiabilidad, avaluados en 30 millones de dólares anuales, y que justamente son los que la obligan a encender las dos primeras unidades de Hidroituango a más tardar el 30 de noviembre.

En cálculos redondos, son cerca de 60 millones de dólares los que podría representar un golpe de $276.600 millones. Por el lado de los ingresos, que abarcan un horizonte de 20 años, la empresa dejaría de percibir cerca de $2,7 billones, con base en la tasa representativa del mercado de ayer.

Aunque en ese escenario Castañeda aclara que EPM podría volver a participar de nuevas subastas de energía en el futuro, las condiciones no serían las mismas.

“Ellos tienen asegurado ese ingreso por 20 años y en ese escenario perderían ese ingreso del cargo por confiabilidad. Ahora, eso no quiere decir que la planta no pueda recibir cargo, podría participar como una planta existente, año a año, y recibir el cargo”, explicó el experto.

Las señales de la obra

Tal como lo había expresado EPM el pasado 26 de julio, los dos frentes principales en los que avanzaba la empresa y sus contratistas para poner a funcionar las dos primeras unidades de la hidroeléctrica consistían por un lado en ensamblar y probar las dos unidades de generación, y por otro, habilitar las conducciones de las mismas para que el agua del embalse pueda llegar hasta la casa de máquinas.

Según pudo conocer EL COLOMBIANO, tal como lo contamos en la edición del pasado 28 de septiembre, la mayor parte de las dificultades se estaban centrando precisamente en las pruebas de los equipos que componen las unidades de generación.

De acuerdo a lo expresado por el alcalde Daniel Quintero, los trabajos subacuáticos y de habilitación de las conducciones irían según lo esperado. Sin embargo, EPM tampoco entrega aún un balance oficial.

Bajo ese panorama, la incertidumbre se mantiene mientras EPM y la Alcaldía siguen soltando la información a cuentagotas.