La Fiscalía General de la Nación informó sobre la acusación contra un coronel del Ejército por la muerte de dos estudiantes, además del aseguramiento en centro carcelario contra otros dos coroneles por el homicidios de otros dos jóvenes en Medellín.
A uno de los coroneles se le relaciona con el homicidio de dos estudiantes José Miguel Londoño Ramírez, de 21 años de edad y un menor de 17 años de edad, en el municipio de Rionegro, Antioquia.
Este coronel, quien para la época era comandante del Gaula militar Oriente, y otros uniformados de la misma institución, según la Fiscalía, invitaron a las víctimas a una supuesta fiesta que se realizaría en una finca de la vereda El Tablazo.
El 29 de diciembre de 2005, el alto oficial se habría desplazado en compañía del menor desde el barrio El Popular 1 de la capital antoqueña Medellín, hasta el lugar convenido donde disfrutarían de una supuesta marranada pero cuando llegaron allí fueron asesinados.
Según la investigación adelantada por la Fiscalía, los occisos fueron encontrados con fusiles y señalados como integrantes de grupos al margen de la ley.
Por los mismos hechos están condenados Oscar Fabián Vargas Barrera, Davison Mosquera Berrío y Gustavo Cataño Usme, quienes se acogieron a sentencia anticipada.
Este coronel fue acusado por los delitos de homicidio en persona protegida y porte ilegal de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas Militares.
En el segundo caso, otros dos coroneles se les señala del homicidio de los jóvenes Edison de Jesús Aguirre Zapata y Juan Carlos Usquiano Graciano, ultimados en el barrio San Javier La Loma de la capital antioqueña.
Un fiscal de Derechos Humanos y DIH dictó medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de estos dos coroneles y contra otros dos sargentos.
Señala la Fiscalía, que el 11 de abril de 2005, las víctimas fueron secuestradas en el barrio 20 de Julio de la misma zona por un grupo de autodefensas urbanas y entregadas a miembros del Pelotón Antiterrorista Urbano (PAU) de la Cuarta Brigada del Ejército.
Tres horas después, fueron presentadas como abatidas en un enfrentamiento con las tropas oficiales y se reportó la incautación de un revólver y un changón.
Los cuatro militares fueron asegurados como presuntos responsables de homicidio en persona protegida y concierto para delinquir agravado.
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