Una agresión por parte de un Mayor de la Policía contra un detenido en la estación de Policía de Laureles, en Medellín, quedó registrada en un video que circula por redes sociales. Este caso sucedió el pasado 9 de enero, pero no sería el primero del año, pues el 4 de enero ya se había registrado otro episodio similar en la estación Carlos Holguín, en el barrio Las Brisas.
En las imágenes se puede observar cómo el uniformado forcejea y golpea en repetidas ocasiones a un interno en presencia de otros policías y detenidos del lugar. Los familiares subieron luego fotos en las que se puede observar varias lesiones en el tórax, brazos y piernas del sindicado, y expresaron su preocupación por lo sucedido.
La Policía, por su parte, señaló que previo a la situación que se ve en las imágenes del video, hubo un enfrentamiento entre internos y uniformados, lo cual obligó al comandante del distrito a intervenir.
“En este momento no tengo conocimiento sobre denuncia formal por parte de los internos ante la Fiscalía, pero el oficial solicitó que se abriera investigación disciplinaria para esclarecer los hechos. Adelantamos el proceso y se determinarán las responsabilidades”, manifestó el general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburá (Meval).
Jorge Alberto Carmona Vélez, defensor de los derechos humanos de la población carcelaria en Antioquia, expresó que se trata de un nuevo caso de abuso de autoridad y contrario a lo expresado por el comandante de la Meval, reveló que la familia sí contempla acciones legales.
“La familia también anunció denuncia penal y la inspección general de la Policía ya dio apertura a la investigación por estos nuevos hechos que vulneran la dignidad y los derechos humanos de las personas privadas de la libertad”, manifestó.
Además, agregó que aunque las agresiones no son en ningún momento una directriz de la Policía, este tipo de hechos son consecuencia del hacinamiento en las estaciones. En Laureles, específicamente, el 12 de agosto de 2016, varios internos empezaron un motín exigiendo mejores condiciones y fue necesaria la presencia del Esmad para evitar mayores disturbios.
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El pasado 4 de enero también se presentaron disturbios en la estación de Policía Carlos Holguín, en el barrio Las Brisas. Las autoridades manifestaron que en esta ocasión se debió controlar un intento de fuga; no obstante, las familias de varios detenidos que resultaron heridos también denunciaron abuso de autoridad.
Carmona puso como ejemplo a la estación de Policía de La Candelaria, en el centro de Medellín, que tiene una capacidad para 40 detenidos pero que en el momento alberga a 278. “Hace falta una cárcel municipal para sindicados, estas situaciones no estarían ocurriendo si la hubiera. Es falta de acción de la Alcaldía de Medellín y el Inpec”, concluyó.