Tras una angustiosa jornada de rescate, finalmente las autoridades reportaron que lograron extraer los cuatro cuerpos de los uniformados que fallecieron este jueves en un accidente aéreo en el municipio de Caramanta.
Y es que el helicóptero Black Hawk, que se precipitó este jueves en suelo antioqueño, terminó incrustado en la ladera de la parte más alta de la montaña en zona rural de Caramanta, lo que dificultó las labores de rescate que se extendieron hasta caso la medianoche de este jueves.
El alcalde del municipio, Juan Esteban Correa, confirmó la recuperación de los cuerpos del mayor Juan Carlos Morales Sáenz, el capitán César Andrés Rodríguez Ospina, el subintendente Feder Alejandro Celis Núñez y el subintendente Rafael Antonio González Roncacio. Tras lograr extraerlos de la zona, fueron dispuestos en la vía para las respectivas labores de inspección y levantamiento por parte de los investigadores forenses. Los cuerpos serían trasladados a Bogotá para entregarlos a sus familiares.
El mandatario también entregó algunos detalles sobre el accidente. Según señaló, las primeras alertas llegaron por parte de los campesinos que desde antes de mediodía empezaron a reportar un helicóptero sobrevolando en zona rural, lo que en sí ya era raro, según el alcalde, pues no es habitual ver este tipo de aeronaves de la Fuerza Pública en la zona. “El helicóptero no estaba en ningún operativo, no es común que en Caramanta los veamos, por eso la comunidad alertó sobre el helicóptero”, sostuvo el mandatario.
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Tras reportar la presencia del Black Hawk, empezaron a sonar los teléfonos de la alcaldía con testimonios de campesinos que aseguraban que, aunque se veía normal, el helicóptero estaba volando extrañamente bajito. Minutos después entró una llamada de uno de los testigos que relató que había escuchado un estruendo durísimo. Desde entonces se activaron desde la alcaldía a los organismos de emergencia para buscar el punto donde había caído el helicóptero.
La aeronave, del equipo de Antinarcóticos de la Policía Nacional, estaba haciendo el recorrido Caucasia-Medellín-Tuluá, en medio de un operativo de rutina, una labor rutinaria tras abastecerse de combustible en Medellín para regresar al Valle del Cauca.
Fueron los propios campesinos los que condujeron a policías y organismos de emergencia hasta una zona montañosa de la vereda El Conde, en límites con Támesis, una zona que según el alcalde es de difícil acceso, pues no tiene vía y además este jueves presentaba unas particulares condiciones meteorológicas con mucha nubosidad.
Correa apoya la hipótesis de las autoridades que hasta ahora descartan que se haya tratado de algún ataque por parte de algún grupo criminal. “Nuestros campesinos nunca nos han reportados personas con armas o grupos diferentes a los habitantes de la zona, por ese lado estamos tranquilos y el hecho está en investigación”, aseguró el mandatario.
Se espera que este viernes el director general de la Policía, William Salamanca, entregue más detalles sobre las posibles causas de este nuevo accidente que enluta a cuatro familias.
Cabe recordar que otro accidente de un helicóptero de la Fuerza Pública en Unguía, Chocó, hace dos semanas también dejó cuatro muertos. Y el año pasado hubo otros dos accidentes que involucraron esta aeronave, lo que ha alimentado rumores sobre posibles fallas técnicas por problemas de mantenimiento.
