En huelga de hambre se declaró un Johanes Parra, empleado de una papelería del centro comercial Mediterráneo, en protesta por las obras con maquinaria pesada en el mall que aún continúa abierto al público.
Juan Guillermo Parra, propietario de la papelería y hermano de Johanes, explicó que en la mañana de este jueves llegaron hasta el lugar una máquina de construcción y una cuadrilla de obreros e ingenieros. “Ellos vienen a hacer cuatro perforaciones que supuestamente duran un mes, pero esa máquina genera ruidos exagerados y nos perjudica en esta época que es importante para el comercio”.
Los empleados de los 16 locales que aún continúan abiertos en el Mediterráneo se opusieron a la intervención, se amarraron al vehículo e impidieron el inicio de las obras. Más tarde ubicaron carteles y anunciaron manifestaciones pacíficas con velas en contra de lo que han denominado “terrorismo comercial” por parte de los nuevos dueños del predio.
Juan Guillermo asegura que los comerciantes tienen contratos de arriendo vigentes hasta el 2017, pero que los dirigentes de la inmobiliaria que compró el lugar quiere sacarlos antes. “Ya nos han roto los pisos y techos, se nos llevaron las lámparas de los parqueaderos y continuamente nos cortan la electricidad. La gente ya no viene porque cree que esto lo están demoliendo”, dijo.
Agregó que no se oponen a que haya una construcción a futuro en el lugar, pero exigió que se respeten los contratos. “En mi caso somos una familia completa que dependemos de este negocio desde hace 11 años, cuando llegamos desplazados del Cauca y hoy sentimos que nos quieren volver a desplazar”, sentenció Parra.
Hace un año el centro comercial ubicado sobre la carrera 80 fue comprado por una firma que opera bajo el nombre de Mediterráneo Mall de Conveniencia. Juan David Ossa, director jurídico de la compañía, le dijo a EL COLOMBIANO que no estaba autorizado a revelar qué compañías integraban el grupo.
“En el lugar no estamos haciendo ningún tipo de obra. Estamos tratando de hacer unos estudios de suelos, para los que no se necesitan permisos más allá que la autorización que acordó la asamblea general de copropietarios, y algunos comerciantes se oponen. Y nos cogió diciembre haciendo el estudio porque ellos se opusieron, llevábamos tres meses tratando de hacer el estudio”, indicó Ossa.
El abogado sostiene que varios de los comerciantes que siguen en el paseo comercial están en mora con cánones de administración o han subarrendado los locales, por lo que consideró que son ellos quienes están incumpliendo. Sobre la protesta, aseguró que no tenía conocimiento de la huelga de hambre: “No entiendo cómo el estudio de suelos puede afectarlos, entonces no tenemos una posición oficial sobre eso”, señaló.
Aunque el abogado asegura que aún no se ha terminado de definir qué obras se realizarán en Mediterráneo, la página web de la firma anuncia un lanzamiento para dentro de siete meses y medio.
A mediados de este año Juan José Aramburo, gerente del Proyecto Nuevo Monterrey había informado que la adquisición del Paseo comercial Mediterráneo había sido por inversionistas extranjeros. “Tendrá una torre médica que será para arriendo o venta, mientras que los locales comerciales serán únicamente para arrendar. El mall contará con una cadena de supermercados y salas de cine como anclas comerciales”.