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El defensor del Pueblo, Carlos Camargo, aseguró que se requiere de un puente humanitario mayor para hacerle frente a los migrantes vulnerables que pasan por el Urabá antioqueño. En una visita a esa subregión, el funcionario instó a Panamá a recibir más migrantes.
La invitación, según la Defensoría, tiene que ver con la flexibilización de la cifra de 500 migrantes que, a diario, pueden pasar al país vecino. La idea es que las cancillerías de Colombia y Panamá pongan esta conversación sobre la mesa, para evitar represamientos en Necoclí.
“Necesitamos un plan de choque que considere medidas adicionales”, dijo el defensor del pueblo en suelos de Urabá. Entre estas enumeró la creación de un puente humanitario que facilite el tránsito de niños, niñas, adolescentes, mujeres gestantes y madres lactantes sin que tengan que exponer su vida al enfrentar los peligros del tapón del Darién.
El plan propuesto por Camargo implica que los gobiernos departamentales y municipales se unan para que el tránsito de los migrantes sea seguro, ordenado y apegado a los derechos humanos. La ruta de acompañamiento, según el funcionario, debe arrancar en Ipiales, punto de entrada a Colombia por el Sur, e ir hasta Necoclí y Acandí (Chocó), poblados de salida a Centroamérica para los migrantes.
En este sentido, la Defensoría precisó: “Es necesario que gobernadores y alcaldes también adopten las medidas necesarias para facilitar el tránsito migratorio con las garantías de respeto por los derechos humanos”. En el momento, la cifra de migrantes represados en Necoclí oscila entre los 15.000 y 20.000 migrantes, según la Defensoría y Migración Colombia.
Otras estrategias
En principio, un corredor humanitario como el planteado por Camargo fue puesto en marcha por la Personería de Medellín, la Gerencia de Terminales de la ciudad, Migración Colombia y otras entidades. Este consistía en blindar a los migrantes sobre la presión de los coyotes y hacer que su tránsito y acceso a tiquetes fuera lo más sencillo posible.
Pero el sentido de ese corredor alcanzó a transformarse en los últimos días. Debido a las complicaciones de paso de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos y algunas deportaciones a Haití, algunos han decidido emprender su retorno hacia Medellín, para, posteriormente, salir del país.
Para afrontar esta situación, la Personería de Medellín y la Gerencia de Terminales ejecutan una estrategia. La idea es que las flotas de transporte Gómez Hernández, Sotraurabá y Cotransuroccidente —que ofrecen la ruta Medellín - Necoclí y viceversa— descarguen a los migrantes que se decidan a retornar a Medellín en la Terminal del Sur, para que puedan acceder a las empresas que viajan hasta el suroccidente del país.
Aunque no hay cifras precisas sobre este retorno, pues este ha sido escalonado, las empresas Expreso Bolivariano, Palmira, Trejos, Flota Magdalena y Empresa Arauca le confirmaron a este diario que grupos pequeños de migrantes están solicitando sus servicios.
Las cinco anteriores ofertan viajes a Cali, Popayán, Pasto e Ipiales. La que más ha registrado la situación es Expreso Bolivariano. “Hacemos el empalme en el mismo vehículo. Eso evita que dejemos a los migrantes a merced de los coyotes o buscando tiquete a altas horas de la noche cuando llegamos al sur del país”, expresó un auxiliar de transporte de esa flota.