Este miércoles se conoció la noticia del asesinato de Andrés Miguel Restrepo, un reconocido comerciante de la industria musical y del entretenimiento en Turbo y en el Urabá antioqueño.
Quince días antes de su muerte, el nombre de Restrepo se hizo viral después de que se publicara un video donde se ve cómo un hombre, a plena luz del día y en pleno centro de Turbo, intenta dispararle por la espalda, a escasos centímetros de la cabeza, en dos ocasiones. Sin embargo, al parecer al delincuente se le quedó “encasquillada” el arma, por lo que no pudo disparar y salió corriendo.
Desafortunadamente, la muerte alcanzó a Restrepo dos semanas después en Jamundí, al sur de Cali. La policía de esa ciudad informó que en la madrugada del 26 de julio encontró dentro de un apartamento dos cuerpos sin vida con impactos de arma de fuego.
Esos cuerpos eran de Andrés Miguel Restrepo y de Danna Michel Arce, la pareja de Restrepo. De acuerdo con las autoridades, no se encontraron pistas de que los asesinos hubieran forzado cerraduras o intimidado al vigilante del conjunto residencial donde estaban.
Al parecer, el asesinato fue producto de un “ajuste de cuentas” con personas de Turbo, agregó el coronel Freddy Pardo, comandante de la Policía de Jamundí.
Restrepo era reconocido en su municipio por ser el propietario de Recatón, un equipo de sonido enorme (un “picó”) en el que realizaba fiestas en diferentes lugares como playas, coliseos o canchas de fútbol. “Benito” era su apodo.
De acuerdo con información publicada por el diario El Tiempo, Restrepo y Arce fueron asesinados como parte de una venganza en contra del padre de ella. Arce tenía dos hijos, y estaba en Cali supuestamente realizándose un procedimiento estético.
Según el medio local La Chiva de Urabá, después del intento de asesinato de hace un par de semanas, Restrepo había escapado hacia Ecuador.