La presunta existencia de un cartel de cirujanos plásticos y médicos esteticistas, que estaría perjudicando a las pacientes en Medellín con procedimientos peligrosos, no ha sido comprobada aún en el ámbito penal.
La directora seccional de Fiscalías de la ciudad, Claudia Carrasquilla Minami, manifestó que su institución no cuenta con evidencia para sostener esa teoría, presentada a la opinión pública desde el Concejo.
“Realmente, de cartel no podemos hablar. Es un nombre que los concejales le han dado, pero en mi concepto es una situación derivada de un procedimiento médico que tiene consecuencias; en algunas ocasiones puede que se haya presentado por malos procedimientos que deriven en muerte o lesión permanente, pero no es porque exista un cartel. Son intervenciones individuales de esos médicos que, no necesariamente por negligencia, han tenido ese desenlace”, señaló la funcionaria en entrevista con EL COLOMBIANO.
La idea de un cartel de cirujanos estéticos o “bacrim de batas blancas”, fue planteada la semana pasada por el concejal Bernardo A. Guerra, luego de denunciar que este tipo de procedimientos lleva 13 víctimas en el Valle de Aburrá este año (ver recuadro).
El político señaló que de esa cofradía hacen parte médicos, cirujanos, anestesiólogos y esteticistas, orquestados para captar a mujeres incautas, incluso en el extranjero.
Pese a que en el plano penal no se ha probado la existencia de esa presunta asociación ilegal, Carrasquilla indicó que su entidad creó un grupo de cuatro fiscales, especializados en investigar homicidios culposos y lesiones culposas, principalmente los derivados de accidentes de tránsito y procedimientos médicos.
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