Uno de los últimos rinocerontes blancos que quedaba en el planeta falleció en la noche del viernes en Puerto Triunfo, subregión del Magdalena Medio antioqueña.
Se llamaba Vera y vivió sus últimos diez años en el parque temático Hacienda Nápoles. Según informó el parque temático, el animal murió tranquilo, sin dolor, asistido por científicos y técnicos del lugar, agobiada por el peso de los años y por quebrantos de salud que no pudieron ser superados.
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Vera presentó síntomas de osteoartritis degenerativa y enfermedad articular con varios miembros posteriores asociados a su avanzada edad. Como consecuencia de esto, al final de la tarde del viernes cayó postrada y todos los esfuerzos fueron infructuosos.