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Terminó pleito de ocho años: Locería Colombiana no contaminó el río Medellín

El Tribunal Administrativo de Antioquia le dio la razón a la empresa en segunda instancia.

  • Río Medellín a la altura de La Aguacatala. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
    Río Medellín a la altura de La Aguacatala. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA
02 de agosto de 2022
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El lío comenzó en 2014. Para entonces, el Área Metropolitana y Corantioquia anunciaron que la empresa Locería Colombiana había sido sorprendida en flagrancia vertiendo colorantes sobre el río Medellín. La empresa, por su parte, se defendió desde el principio. Ahora, pasados ocho años, el Tribunal Administrativo de Antioquia le dio la razón: en un fallo de segunda instancia se determinó que la empresa no contaminó el río.

La empresa había sido sancionada en 2014 por el vertimiento sucedido, supuestamente, el 23 de septiembre de 2013. La empresa, que tiene su sede en Caldas, Antioquia, donde precisamente nace el río Medellín, se defendió desde un comienzo.

El lío judicial llegó al Juzgado 12 Administrativo de Medellín. Allí se le dio la razón a la empresa en primera instancia. Ante un recurso de parte de las entidades ambientales, el asunto llegó al Tribunal Administrativo, donde se ratificó la versión de la compañía.

Por medio de un comunicado, Locería Colombiana se pronunció ante el fallo de segunda instancia: “Estamos satisfechos con que se haya actuado en derecho y se haya reconocido que somos una empresa respetuosa del medio ambiente. Locería Colombiana siempre ha estado y continuará estando comprometida con el desarrollo de una actividad industrial sostenible que cumpla con la reglamentación que le sea aplicable y con altos estándares de cuidado y preservación de los recursos naturales”.

El Área Metropolitana contempla sanciones para las industrias que viertan colorantes en el río, como se establece en el Acuerdo Metropolitano 21 de 2012. Pero, pese a que la norma existe, en los últimos años se han presentado varios casos en los que el afluente ha sido teñido. De rojo se han visto las aguas. Y no pasa solo con el río, sino también con las quebradas que lo alimentan.

En enero de este 2022, por ejemplo, la quebrada la Ayurá, uno de los principales beneficiarios del río en el sur, amaneció teñida de un azul intenso. En su momento se advirtió que la coloración se debió a un “derrame accidental” de pintura escolar.

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