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Goteras ponen en riesgo datos de predios y bienes

Aguas lluvias y filtraciones afectan a la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Medellín. Trabajadores piden traslado.

  • Con cada aguacero que cae en Medellín, los funcionarios deben poner baldes y plásticos para atajar el agua que cae por el techo. FOTO Manuel Saldarriaga
    Con cada aguacero que cae en Medellín, los funcionarios deben poner baldes y plásticos para atajar el agua que cae por el techo. FOTO Manuel Saldarriaga
  • Según los trabajadores, el agua que se filtra de los juzgados del Palacio de Justicia termina cayendo en la Oficina. FOTO: Manuel Saldarriaga
    Según los trabajadores, el agua que se filtra de los juzgados del Palacio de Justicia termina cayendo en la Oficina. FOTO: Manuel Saldarriaga
  • Varios anaqueles con las carpetas que contienen los documentos originales son cubiertas con plásticos para evitar que el agua las dañe. FOTO: Manuel Saldarriaga.
    Varios anaqueles con las carpetas que contienen los documentos originales son cubiertas con plásticos para evitar que el agua las dañe. FOTO: Manuel Saldarriaga.
24 de mayo de 2022
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Cada vez que cae un fuerte aguacero al sur del Aburrá, en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos en La Alpujarra sufren porque el agua pone en riesgo no solo a los 115 trabajadores de este despacho sino también la importante documentación que allí reposa.

En este espacio, que ya muestra humedades en el techo y moho en los anaqueles de madera, se hace el registro de operaciones como compraventas, hipotecas, embargos y sucesiones de las propiedades de la zona sur de Medellín y de varios municipios de Antioquia; así como su almacenamiento.

Para Luis Guillermo Isaza Marín, presidente del Sindicato Sintranore, la situación sucede desde hace 10 años en este predio que al inicio fue pensado como parqueadero para los juzgados. Pero, según dijo, desde hace dos el asunto se volvió insostenible en la dependencia que recibe a diario a 700 usuarios.

Según los trabajadores, el agua que se filtra de los juzgados del Palacio de Justicia termina cayendo en la Oficina. FOTO: Manuel Saldarriaga
Según los trabajadores, el agua que se filtra de los juzgados del Palacio de Justicia termina cayendo en la Oficina. FOTO: Manuel Saldarriaga

Isaza explicó que dicha Oficina está ubicada más abajo del nivel del río Medellín y encima de ella se halla el Palacio de Justicia. Por eso, cuando el río aumenta su cauce en las precipitaciones, las aguas negras retornan por la tubería hasta salir por los baños. Además, el agua lluvia que se filtra de los juzgados también cae sobre la oficina.

“Por esto aparecieron hongos que nos afectan las vías respiratorias. Esta situación hace que las condiciones laborales sean muy complicadas. Acá está en riesgo la salud, el bienestar y la vida de los trabajadores de este sitio”, dijo.

Al igual que Isaza, varios trabajadores de la entidad indicaron que desde hace año y medio se inició un proceso para trasladarlos a una nueva sede donde no pasen estas situaciones, pero hasta ahora no se ha concretado.

“Siempre ocurre lo mismo: se hace todo el trámite, vienen ingenieros desde la Superintendencia en Bogotá, hay visitas de la ARL, y todos dicen que sí es viable el traslado. Pero de un momento a otro se cae la negociación”, agregó un trabajador.

La situación ha sido tan crítica que a finales de octubre de 2021, los funcionarios de la oficina salieron a paro por este motivo.

Varios anaqueles con las carpetas que contienen los documentos originales son cubiertas con plásticos para evitar que el agua las dañe. FOTO: Manuel Saldarriaga.
Varios anaqueles con las carpetas que contienen los documentos originales son cubiertas con plásticos para evitar que el agua las dañe. FOTO: Manuel Saldarriaga.

Documentos en riesgo

Nicolás Muñoz es el encargado del Archivo Antiguo Sistema, espacio en el que reposan registros de incluso hace 150 años, varios de ellos todavía sin sistematizar. Estos libros son importantes porque con ellos se hacen estudios jurídicos de títulos, con los que se logra esclarecer las dudas sobre lo sucedido con propiedades de vieja data.

Muñoz es también uno de los más preocupados por lo que puede llegar a pasarle a estos archivos históricos (llamados primeros libros) de continuar el asedio del agua contra la oficina, pues según indicó ya hay 50 libros dañados de los 5.000 que allí reposan.

“Si se dañan estos libros (cada uno contiene los registros de entre 100 y 200 propiedades) es muy complicado recuperar su información porque tienen las primeras ventas y traspasos de algunos predios. Estas se transcribían a mano y con tinta china”, explicó.

Sobre esto Isaza también llamó la atención pues a su juicio sería gravísimo para el dueño de un predio que la oficina no pueda dar fe ni constancia de su título como propietario.

“A los usuarios se les cobra un impuesto de conservación documental. La gran pregunta para la superintendente de Notariado y Registro es ¿qué se está haciendo con los recursos que le cobran a la gente por ese impuesto si eso aquí no se está cumpliendo?”, se preguntó.

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