Lo que sí se vio es que agentes del Esmad estaban en el campo y las tribunas acompañando el encuentro, para vigilar especialmente que no se presentaran desmanes de parte de los hinchas.
El alcalde de Envigado Braulio Espinosa explicó que desde el mediodía de este domingo comenzaron a hacerse cierres viales en el municipio como parte de la logística del encuentro deportivo.
Además, señaló el mandatario, se enviaron alrededor de 400 hombres de la Policía al estadio y sus alrededores para garantizar la seguridad. También se dispusieron 50 agentes de tránsito, 25 funcionarios de Espacio Público y personal de la administración municipal para que todo salga bien.
Tanta medida se debe al temor, bien fundado, de que el partido terminara en violencia, pues en el Atanasio, hace solo una semana, fueron casi 90 los lesionados y daños avaluados en unos $1.000 millones.
El mensaje que invitaron a dar con el encuentro de este 23 de abril es a que el fútbol es una fiesta que puede vivirse en paz, tranquilidad y en familia en cualquier estadio del país.